Esta es la prenda más antigua del mundo

El vestido Tarkhan, una camisa de lino con cuello en V en exhibición en el Museo Petrie de Arqueología Egipcia de Londres, ha sido confirmado como la prenda tejida más antigua del mundo.

Pruebas de radiocarbono han determinado que la prenda data de finales del cuarto milenio antes de Cristo. Las pruebas llevadas a cabo en 2015 por la unidad de radiocarbono de la Universidad de Oxford, y publicadas ahora en Antiquity, han establecido que el vestido fue hecho entre 3482-3102 aC, con un 95% de precisión.

Aunque se pensaba que era la prenda más antigua de Egipto, y la prenda tejida más antigua en el mundo, la edad exacta de la camisa era incierta ya que una datación de carbono anterior demostró ser históricamente incierta. Los nuevos resultados confirman la antigüedad de la vestimenta y también sugieren que puede ser más antigua de lo que se pensaba, hasta datarla en la primera dinastía, e incluso antes.

El equipo de la Universidad de Oxford, dirigido por Michael Dee, analizó una muestra de 2.24 miligramos del vestido para determinar la cantidad de radiocarbono, un isótopo radiactivo del carbono, que se mantiene en el lino. A partir de esto fueron capaces de proporcionar una fecha indicativa para cuando fue tejida. El lino, del que está hecho el vestido Tarkhan, es especialmente adecuado para la datación por radiocarbono, ya que se compone de fibras de la planta del lino, que crecen en un tiempo relativamente corto.

Alice Stevenson, conservador en el Museo Petrie UCL de Arqueología Egipcia, dijo: «La supervivencia de textiles altamente perecederos en el registro arqueológico es excepcional, y la supervivencia de prendas completas o casi completas como el vestido Tarkhan es aún más notable.

Originalmente excavado por el egiptólogo Flinders Petrie en 1913 de una tumba de la primera dinastía en Tarkhan, un cementerio egipcio situado 50 kilómetros al sur de El Cairo, el vestido estaba por descubrir con varios otros productos textiles hasta 1977, cuando el paquete fue enviado al Museo Victoria y Alberto en Londres para trabajos de conservación.

El vestido en sí está hecho de tres piezas de ropa resistente tejida a mano con una franja de color gris pálido natural con mangas y escote plegado. Le falta el dobladillo por lo que no es posible conocer la longitud exacta, pero las dimensiones indican que se ajustaba a un adolescente o una mujer delgada. Aunque el contexto exacto de su uso siguen sin estar claros, hay signos visibles de desgaste que indican que fue usado por su dueño.