Jeaninne Pérez Guzmán Andrade, una profesional del entretenimiento educativo

Estudió derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM, tiene además preparación en Neurociencia Educativa por parte de la Asamblea Legislativa.

Durante mucho tiempo trabajó en el servicio público, madre de dos hijos, quería estar con su familia y también hacer algo por su país. Es así que en junio 2013 empieza un proyecto de entretenimiento infantil en eventos académicos, empresariales y sociales con la intención de ofrecer actividades de entretenimiento basadas en valores.

Especialista del neurofeedback, investiga como cada persona tiene diferentes habilidades y a través de ejercicios y juegos se propone mejorar estas mismas.

¿Cómo nace esta inquietud?

El proyecto se empezó en mi familia, cuando me di cuenta de que, en ocasiones las actividades del día a día no siempre nos dan el tiempo necesario para estar con los niños. Por eso hice alianza con colaboradores que son actores de teatro para formar una empresa de edu-entretenimiento en donde a través de juegos se pueda guiar a los niños en valores y así acercar a la familia para que se entretenga con los niños a través de dinámicas de comunicación e integración cívica y ética.

Comenzamos en bodas para que los niños no se queden en casa con cuidadoras, sino que los papás puedan tener ahí a los niños con la tranquilidad de que estén cuidados y recibiendo al mismo tiempo una educación en valores a través de animadores expertos; así los invitados, los papás, los organizadores y todos los adultos están tranquilos de que sus hijos están a cargo de animadores especializados en juegos educativos.

¿Y qué efectos positivos tiene esto?

Los niños están entretenidos con nosotros y el efecto secundario es que los papás están bailando y disfrutando la compañía uno del otro, se pueden volver a enamorar y a conocerse de nuevo como pareja, lo cual obviamente repercute de forma positiva en la relación de la familia.

¿Solo lo has aplicado en eventos sociales?

Todo este trabajo también lo comencé a hacer en empresas que organizan algún evento en donde los ejecutivos tienen que viajar con su familia, de esta forma los niños están con sus padres pero en los horarios en los que ellos tienen ciertas actividades los pequeños están a cargo de nosotros.

Nosotros nos volvemos asistentes de papás y mamás que cuidan, entretienen y animan a los niños en eventos empresariales. Siempre se tiene un encuadre de todo lo que aprendimos del neurofeedback, en el que se desarrollan todas las actividades para los niños.

¿Este es el único proyecto que tienes?

Por un lado hacemos animaciones en fiestas infantiles o cualquier evento, donde los papás son incorporados dentro de las dinámicas de los pequeños, así los hijos también conocen esta parte de juego que sus padres tienen, rompiendo el esquema de que los papás solo educan y corrigen, sino que también se divierten y juegan como niños.

Por otro lado, pudimos observar que muchos niños querían que sus abuelos estuvieran integrados en sus juegos, sin embargo las dinámicas que comúnmente se hacen en fiestas, reuniones o eventos no incluían a los abuelos; por eso comenzamos a realizar actividades en donde los abuelitos no sólo participaran con sus nietos sino que además pudieran tener las herramientas de entretenimiento en valores para cuando en ocasiones los niños quedan a su cuidado.

Así surgió el otro proyecto, en conjunto con un club especializado en personas de la tercera edad. Ahí se realizan actividades con adultos mayores para estimular en ellos la imaginación, la creatividad, la memoria, la agilidad mental, la lectura y escritura, elaborar literatura, etc.

De esta forma los adultos están ejercitando su cuerpo pero también su mente, ofreciéndoles una serie de actividades que les dan un empuje a estar activos.

Esta ha sido una experiencia increíble por que los adultos mayores reviven sus experiencias y recuerdos al compartirlos con los demás miembros, creando una atmósfera en donde la familia está segura de que los abuelitos están recibiendo la atención adecuada de forma lúdica que les ayuda a desarrollar sus habilidades; muchos de nuestros asistentes se refieren a nuestro club como “la escuelita de los abuelos”.

¿Qué significa para ti trabajar con dos sectores muy importantes de la sociedad, los adultos mayores y los niños?

Me encanta trabajar con la gente, desde pequeña me preguntaba muchas cosas y buscaba las respuestas. Me considero una persona que siempre está en busca de la espiritualidad. Me comencé a dar cuenta que en cada persona hay un pequeño reflejo de nosotros mismos en cualquiera de nuestras propias facetas, es decir, descubrí que en las demás personas de pronto podía a ver una versión de mi misma ya fuera enojada, alegre, triste, trabajadora, cariñosa, etc., y me di cuanta que cuando tenemos conflictos con alguien es por que esa parte de la persona tal vez refleja algo de nosotros mismos con lo que no estamos en acuerdo y así identifiqué que los conflictos se podían resolver, en primera instancia, cuando reconocía que yo debía resolver ese conflicto conmigo misma y así darle salida a la solución con la otra persona.

¿Qué te han dejado estos proyectos?

Es un gran aprendizaje, creo en esta vida vine a aprender y siento que mientras más aprendo más me fortalezco. Trabajar con niños me fortalece, ellos me han enseñado mucho a recordar quién soy internamente y lo mismo con los adultos mayores quienes me muestran a través de sus experiencias lo importante de cada momento vivido con mis seres queridos, y aprendo así que cada experiencia te marca toda la vida. Además desde mi otra pasión que es el Derecho, logro participar de forma activa en la sociedad. Cada uno de nosotros podemos ver cosas en la sociedad que no nos agradan pero si yo misma no hago algo para remediar desde algún punto esa situación, estoy siendo parte del problema y no parte de la solución. Me doy cuenta que puedo emplear las fortalezas de comunicación a través de dinámicas y así ponerlo al servicio de la sociedad logrando entre otras cosas evitar el bullyng.

“Todas las almas son inmortales, pero las almas de los justos son inmortales y divinas”, esta frese de Sócrates define claramente lo que quiero lograr en mi vida.