Mitos sobre las familias homoparentales

La Asociación Americana de Psicología (APA) tiene múltiples estudios sobre padres del mismo sexo, la conformación de familias homoparentales y los efectos positivos que causa sobre los hijos vivir en este contexto. Aquí te mostramos las investigaciones más importantes de los últimos 50 años realizadas en países de todos los continentes.

 

– Los psicólogos Tasker y Golombock, en 1997, realizaron un estudio en el que encontraron que los hijos de parejas del mismo sexo sufren menos síndrome de alienación parental (sindroma que se presenta cuando los padres divorciados “se pelean” por el amor del hijo, causándole culpa) que los hijos de parejas heterosexuales.

– Bigner, por su lado, estudió a 33 padres heterosexuales y 33 padres homosexuales a través del inventario de conducta parental de IOWA. Los resultados mostraron que los padres homosexuales eran más atentos a las necesidades de sus hijos y utilizaban más el reforzamiento que el castigo, siendo que los padres heterosexuales utilizaban más el castigo físico. Asimismo, Boss, en el año 2004, comparó a 100 madres heterosexuales con 100 madres lesbianas a través de cuestionarios y diarios de la vida diaria, resultando ambos grupos igualmente competentes.

-Comparando más de 256 padres y madres homosexuales con padres y madres heterosexuales, en diferentes estudios se concluyó que las madres lesbianas muestran la misma capacidad de madres heterosexuales de lograr apegos seguros. Padres homosexuales muestran la misma capacidad de ejercer autoridad y entregar amor a sus hijos que padres heterosexuales.

-También se estudió a 37 niños entre 5 y 17 años de edad hijos de madres lesbianas y 38 hijos de madres heterosexuales, de las mismas edades. Los resultados arrojaron que no había diferencias entre ambos grupos en su orientación sexual o género.

-Golombock en 1996 realizó uno de los más grandes estudios en este ámbito, de carácter longitudinal en hijos de madres lesbianas: 25 niños fueron entrevistados a la edad de nueve años y luego a los 24 años, de estos el 90 % era heterosexual.

-La mayoría de los estudios en los diversos continentes arrojaron que los hijos de padres del mismo sexo no desarrollaban problemas con su identidad de género, desarrollando el rol esperado en cuanto a elección de juguetes y juegos, comportamiento, actividades e intereses vocacionales.

-En 1998 se comprobó que niños criados en familias con padres con poco estrés, pocos conflictos entre ellos y más amor conyugal, desarrollaban un perfil psicológico y social más sano, independiente de la orientación sexual de dichos padres. El mismo autor realizó un estudio en 55 familias de lesbianas y 25 familias de heterosexuales que habían concebido a través de donación de esperma. Aquí, el desarrollo de los niños era sano en ambos grupos, sin que la variable orientación sexual o número de padres tuviera una relación estadísticamente significativa, siendo así que el mito de que los niños deben tener un padre y una madre para crecer psicológicamente sanos, no tiene evidencia empírica.

-En 1997, Tasker y Golombock, a través de técnicas proyectivas y juegos, concluyeron que los hijos de padres del mismo sexo tienden a ser más preocupados por los niños que consideran más indefensos o más pequeños que ellos, desarrollando mayor empatía que hijos de padres heterosexuales.

-Uno de los estudios más grandes fue llevado en el año 2003 por Golombock, en 14 mil madres heterosexuales, lesbianas y madres solteras, a través de cuestionarios y entrevistas aplicadas a las madres, sus hijos y sus profesores. Se concluyó que los hijos de madres lesbianas y madres solteras heterosexuales, están aún mejor desarrollados y mejor adaptados a la sociedad como los hijos de madres heterosexuales.