Conoce al ancestro más antiguo del humano

 

Una pequeña criatura marina identificada a partir de fósiles encontrados en China puede ser el primer paso conocido en un camino evolutivo que eventualmente llevó a la aparición del ser humano.

Los investigadores han encontrado huellas de lo que creen el antepasado prehistórico más antiguo del ser humano, una criatura marina microscópica, con forma de bolsa, que vivió hace unos 540 millones de años.

Bautizada como Saccorhytus, por sus características similares a las de un saco, con cuerpo elíptico y una boca grande, la especie es nueva para la ciencia y ha sido identificada gracias a microfósiles hallados en China. Se piensa que es el ejemplo más primitivo de un llamado deuteróstomo, una amplia categoría biológica que abarca una serie de subgrupos, incluidos los vertebrados.

“Saccorhytus aporta informaciones importantes sobre las primeras fases de la evolución de un grupo que condujo a los peces y, finalmente, a nosotros”, indicó un comunicado de la Universidad de Cambridge.

El minúsculo animal tenía una gran boca (respecto al resto de su cuerpo) y ocho aperturas en todo el cuerpo. Se alimentaba probablemente engullendo partículas de alimentos y criaturas diversas.

Si las conclusiones del estudio, publicado en la revista Nature y realizado por un equipo internacional de académicos, son correctas, Saccorhytus fue el antepasado común de una enorme variedad de especies, y el primer paso descubierto en el camino evolutivo que eventualmente llevó al surgimiento de los humanos, cientos de millones de años más tarde.

Sin embargo, es poco probable que los humanos modernos percibieran mucho de una familia de este estilo. Saccorhytus tenía aproximadamente un milímetro de tamaño y probablemente vivía entre granos de arena en el lecho marino.

Sus características fueron conservadas espectacularmente en el registro fósil y los investigadores no encontraron evidencia de que el animal tuviera ano.

Los investigadores no excluyen que dispusiera de receptores sensoriales, pero no hallaron nada que pudiera parecerse a unos ojos.

Las ocho aperturas cónicas le permitían quizás evacuar el agua que se tragaba.

Uno de los autores, Simon Conway Morris, profesor de paleobiología evolutiva y miembro del Colegio Saint John de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, explicó: Pensamos que, como deuteróstomo temprano, esto puede representar los principios primitivos de una gama muy diversa de especies, incluyéndonos a nosotros mismos. Ojo, los fósiles que estudiamos parecen pequeños granos negros, pero bajo el microscopio, el detalle es impresionante, todos los deuteróstomos tenían un antepasado común y creemos que es lo que vemos aquí.