De qué nos arrepentimos….

«Me arrepiento de no haber estudiado más en la universidad y, en vez de eso, haberme acostado con cerca de 50 tipos». «Me arrepiento de haber llamado ‘retardado’ a mi hermano y haberme burlado de su discapacidad. Eso le hizo mucho daño».

Éstas son algunas de las confesiones anónimas que personas de alrededor del mundo han dejado en el portal de internet SecretRegrets, donde muchos se acercan a compartir confesiones en respuesta a una única, perturbadora pregunta: ¿cuál es el mayor arrepentimiento de tu vida?

«Me arrepiento de una y cada una de las decisiones que tomé en mi vida», dice un usuario.

Me arrepiento de no haberle sido infiel a mi esposa cuando pude. Ella lo hizo diez años después y estoy pagando las consecuencias de ello», agrega otro.

Pero, ¿qué es la culpa, el arrepentimiento? ¿Por qué lo sentimos? ¿Por qué lo confesamos ante el vacío de internet y no a nuestros familiares o amigos?

«La mayoría de las acciones sobre las que personas sienten algún tipo de arrepentimiento son aquellas por las que se sienten responsables, y que cuanto más piensan en ellas más les generan sentimientos de rabia, culpa y vergüenza», le dijo Thomas Gilovich, profesor de psicología de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos, a la BBC.

«Cuando la gente habla de sus mayores arrepentimientos, por lo general son asuntos que estaban bajo su control», agregó.

¿De qué es lo que más se arrepiente la gente?

Es difícil de precisar. Sin embargo, la enfermera Bronie Ware escribió un libro sobre el tema, titulado «Los cinco mayores arrepentimientos de las personas cuando mueren», después de pasar ocho años trabajando como asistente de enfermos terminales.

«Lo más hermoso de este trabajo es que cuando afrontas la muerte no hay diálogos sobre cosas que no tienen sentido. La relación con mis pacientes siempre fue de mucha honestidad», le dijo Ware a la BBC.

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Image caption El arrepentimiento a la largo plazo por lo general es por cosas que no se hicieron.

Para ella hay cinco áreas en las que se podrían agrupar las culpas que perturban a quienes transitan sus momentos finales.

-No vivir como hubieran querido, sino como otras personas esperaban que vivieran: atender a los mandatos familiares, de la sociedad, el país, el estrato económico.

-Dedicar mucho tiempo al trabajo y no haber logrado un equilibrio entre su vida laboral y su vida social o familiar.

-No haber expresado sentimientos de una forma honesta y muchas veces no haber tenido la valentía de decir lo que querían.

-El deseo incumplido de haber estado más en contacto con sus amigos.

-No haberse permitido ser más felices.

«Una de las cosa que más me impactaron fue el dolor con el que las personas se refieren a esas culpas. Me hizo reflexionar sobre el hecho de que uno no puede pasar por ese sufrimiento en esos momentos finales», agregó.

Para el psicólogo Gilovich, esta clasificación tiene sentido, en tanto refleja cómo van cambiando las percepciones de la culpa a través de los años.

«Los arrepentimientos son más comunes cada vez que nos hacemos más viejos», señaló el especialista.