Mexicano crea combustible a partir de orina

El doctor Gabriel Luna Sandoval, investigador de la Universidad Estatal de Sonora (UES), inventó y patentó una celda o herramienta de electrólisis capaz de obtener hidrógeno para combustible a partir de orina humana, la cual tiene agua y sales como la urea, con las cuales se obtiene el hidrógeno.

El gas de hidrógeno extraído de esta celda sirve para encender estufas, pero también para generar energía eléctrica, como demostró el ingeniero Luna Sandoval en el Foro Internacional de Talento Mexicano Innovation Match 2016. El objetivo del científico mexicano es fundar una empresa de base tecnológica que sea la encargada de comercializar este invento.

La celda, con electrodos de 20 centímetros cuadrados, se llenaría con la orina de uno o dos adultos y con esta carga podría abastecer las necesidades de gas de un hogar de cuatro personas durante una semana. Se pueden producir alrededor de 563 mililitros de hidrógeno por minuto, lo cual sería suficiente para hacer el desayuno, la comida y la cena en un hogar de cuatro personas. Además alcanzaría para calentar el agua para que toda la familia se bañe.

“La celda tiene dos electrodos, que transmiten carga eléctrica positiva y negativa. Al momento de encenderla provocamos el proceso electroquímico de hidrólisis. En ese momento, la molécula de la urea, que está presente en la orina, y la molécula del agua se mezclan y tenemos la capacidad de romperla para obtener seis moléculas de hidrógeno y dos moléculas de oxígeno. Así recuperamos el hidrógeno en forma de gas y lo llevamos a una estufa”, explicó el científico originario de San Luis Río Colorado, Sonora, quien cursó la carrera de Ingeniero Mecánico en la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

Un aspecto que le da valor adicional a su invento es que la energía eléctrica con la que inicia el proceso y se encienden los electrodos es energía fotovoltaica que proviene del sol, y es convertida en electricidad por paneles solares. La energía que se capta durante el día puede ser almacenada en una batería para cuando se quieran encender los electrodos y producir más gas.

“Actualmente estamos trabajando con 12 volts para todo el circuito, esto alimenta a los electrodos y a otros sensores que se usan en el equipo”, indicó Luna Sandoval, quien, como becario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) obtuvo el grado de Doctor en Ingeniería Mecánica en el Instituto Politécnico Nacional. También realizó una estancia de Doctorado en Energías Renovables para Aplicaciones Espaciales en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) en Barcelona.