Exhiben fotos de García Márquez

Una serie de fotografías tomadas por el fotógrafo griego Dimitris Yeros, al reconocido escritor y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, en las que se refleja su buen humor y personalidad, se exhiben en la Galería Pablo Goebel Fine Arts (Taine 212, Polanco).

Como parte de esa muestra se presentó el pasado martes, el libro editado por el sello Kerber, que integra las imágenes del autor de “Cien años de Soledad”, a quien se ve retratado en la sala y el jardín de su casa de la Ciudad de México, en Colombia, en el escritorio de su estudio, sentado a la mesa en una terraza de un hotel, jugueteando con un pez de metal, con un paraguas al hombro caminando por la calle o viendo directamente a la cámara.

Yeros, expresó la escritora Elena Poniatowska en la presentación, “tuvo la fortuna de retratar a Gabriel García Márquez como pocos fotógrafos lo hicieron, es decir, con la confianza que da la camaradería de los amigos, aunque Dimitris y Gabo se conocieron en 2006, que es bastante reciente”.

Poniatowska relató: “Dimitris llamó y Gabo le dio una cita al día siguiente al mediodía. Esa reunión fue un encanto para el fotógrafo porque Gabo fue amable y cálido, pero, como lo comparte el propio fotógrafo, cuando empezó a fotografiarlo en su jardín, Gabo se puso rígido como un soldado, entones Yaros le dijo que se relajara y él respondió: cómo puedo relajarme si me estás disparando con la cámara”.

Dimitris lo fotografió primero en su casa de la ciudad de México, luego en Cartagena, Colombia cuando Gabo celebró sus 80 años y una tercera ocasión nuevamente en México, de lo que resultó un libro con textos del mismo fotógrafo griego.

En referencia a la novela Cien años de soledad, continúo Poniatowska, “tenemos muchos próceres en América Latina, pero ningún personaje nos hizo reír o nos cambio como lo hizo Remedios La Bella, al volar por los aires o Aureliano Buendía al forjar sus pecaditos de oro. Esta exposición con las fotografías de Dimitris Yeros, concluyó, contribuye a llenarnos los ojos de pescaditos de oro”.