Hay fiesta en el Caribe

El trigésimo sexto Festival Internacional del Caribe comienza hoy en Cuba, donde se desarrolla ininterrumpidamente desde 1981 como espacio para el encuentro y la unidad de los pueblos de la región desde la cultura popular tradicional.

Un espectáculo artístico en el teatro Heredia dejará abiertas las puertas del evento, que se extenderá hasta el sábado venidero con la participación de más de mil creadores y académicos cubanos y extranjeros, procedentes de unos 25 países.

Mañana iniciarán sus sesiones en el Salón de la Ciudad, ubicado en el Ayuntamiento municipal en el centro histórico, el Coloquio El Caribe que nos une, segmento teórico de la también llamada Fiesta del Fuego, con disertaciones que profundizarán en el legado común caribeño y en sus peculiaridades.

A lo largo de esta semana la cita tomará la urbe y en más de 30 áreas abiertas y cerradas habrá conciertos y bailes populares, ceremonias religiosas, exposiciones de artes plásticas, encuentros de narradores orales y poetas, propuestas teatrales, y desfiles de danzas y música con todo el colorido de esta área geográfica.

Ecuador es el país a cuya cultura de origen afrocaribeño se consagrará esta edición y a pesar del embate negativo del terremoto del pasado 16 de Abril, estará presente una delegación de 21 personas, que recibirán la solidaridad de los participantes y tendrán una gala el próximo día 6.

Ya se anuncia la convocatoria para el Festival de 2017, cuya dedicatoria será para la isla de Bonaire, como parte de la voluntad de la Casa del Caribe como ente auspiciador de ampliar el registro hacia naciones de habla holandesa, lo cual tuvo expresiones anteriores al consagrarse al Caribe de esa habla y a Curazao.

A las culturas de unos 20 países caribeños y latinoamericanos reverenciaron estas 35 ediciones, entre ellos Haití, Granada, Guyana, Brasil, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, México, Colombia, Panamá, Antillas Holandesas, Aruba y Surinam, Honduras, Trinidad-Tobago, Bahamas y Martinica.

A lo largo de estos siete lustros el evento se consagró también al centenario de la abolición de la esclavitud en Cuba y a otras fechas históricas del país; a los Caribes anglófono y francófono, respectivamente; a la huella hispánica y a la diáspora, a Africa y al Caricom.

Otras ediciones rindieron homenaje al Bicentenario de la independencia de Haití, a José Martí y el equilibrio del mundo, al medio milenio de esta villa cubana y a las franjas caribeñas continentales de Colombia, México y Brasil.