La Muestra Nacional de Teatro, alabada

 

El dramaturgo mexicano Jaime Chabaud celebró la realización de la Muestra Nacional de Teatro, a la que consideró una toma de pulso del acontecer teatral en el país; de no existir, advirtió, habría menos oportunidades para que la escena mexicana creara corredores de circulación de las obras.

En declaraciones vertidas en el marco del encuentro, cuya edición 37 se realizó en San Luis Potosí, Chabaud puso énfasis en que se trata de un punto de encuentro que permite gran cantidad de intercambios.

El investigador, quien lleva 30 años de su vida profesional asistiendo a las muestras, refirió que en ese tiempo ha conocido distintos formatos y sentidos curatoriales de la muestra, ya que es complicado mantener a todo el mundo contento.

Explicó que cuando se repite mucho un modelo la gente piensa que no se está avanzando por eso la renovación teatral de un par de años a la fecha. “Llegará un punto en el que nos replanteemos las cosas una vez más”, comentó el editor.

Recordó que en el Encuentro de Programadores y Gestores que se llevó a cabo en 2000, el teatro nacional no figuraba. Había una mala percepción en los festivales del mundo sobre la calidad de las propuestas escénicas mexicanas porque no se exportaban las mejores producciones.

Tiempo después a través de la gestión del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y del Instituto Nacional de Bellas Artes, así como el esfuerzo de los artistas por abrir sus horizontes y viajar para mostrar su labor, se logró un fenómeno extraordinario donde las miradas se posaron en México.

Hoy, destacó, la imagen del teatro mexicano en el extranjero es poderosísima y esto es gracias al esfuerzo individual y colectivo de grupos e instituciones.

Es en ese sentido, dijo, que este tipo de eventos son relevantes para ofrecer al mundo un vistazo del complejo mapa del teatro mexicano, así que se debe reconocer el empeño de los organizadores para que esto siga ocurriendo.

Nuevos creadores surgen en la escena y tienen mucho que decir sobre el país, es necesario que los programadores internacionales lleguen con la mirada fresca y se atrevan a arriesgarse con formatos diferentes, concluyó Jaime Chabaud.