Nueva exposición sobre Clemente Orozco

El Museo Carrillo Gil abre mañana exposición con 43 obras que narran la cruenta batalla entre españoles e indígenas. Es conocer la faceta del pintor como historiador, dice la curadora Dafne Cruz

Indígenas con rostros lleno de sangre, españoles descuartizados, cuerpos sin vida sobre los que Hernán Cortés lidera una batalla o la Malinche arrodillada, son parte de las 43 imágenes del enfrentamiento entre españoles e indígenas que hace 70 años pintó José Clemente Orozco (Jalisco, 1883-Ciudad de México, 1949) para una exposición ex profeso de El Colegio Nacional y que ahora se exhibirán a partir del viernes 7 de abril en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG), con el nombre Orozco y los Teules, 1947.

En palabras de la curadora, Dafne Cruz, está exposición recupera la faceta de historiador de Orozco, ya que muestra su visión sobre la Conquista: una guerra en donde tanto indígenas como españoles fueron violentos. Estas obras de gran formato las realizó el muralista mexicano a partir de la lectura de la Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España (1632) de Bernal Díaz del Castillo.

“La obra de Orozco aún ofrece muchas vetas de estudio y reflexión, ver su trabajo a través de esta serie dedicada a la conquista de México, más que ver a un pintor, Orozco se presenta como un historiador”, comenta la curadora y detalla que en 1947, el muralista hizo cerca de 60 obras, de las cuales actualmente sólo se exhiben 43, ya que el resto fueron vendidas y se encuentran en Estados Unidos o se desconoce su ubicación.

Sin embargo, la directora del MACG, Vania Rojas, precisó que más del 80 por ciento de las piezas de la muestra original, “están ahora expuestas; las otras, por cuestiones legales, están en Estados Unidos. Esa fue la razón por la que no presentamos al 100 por ciento la misma muestra como hace 70 años. Pero es un privilegio ver, por primera vez estas obras juntas”.

Sobre la reflexión que José Clemente Orozco hizo en vida sobre el tema de la conquista, fue una crítica hacia la academia. “Después de leer la crónica de Bernal Díaz del Casillo, él no tomó partido, pensaba que como miembro de El Colegio Nacional, su misión sería más objetiva porque no le daba la razón a los hispanistas ni a los indigenistas. Es más, Orozco no realizó conferencias como acostumbran los miembros de El Colegio, él prefirió realizar exposiciones”, señaló la curadora Dafne Cruz.

 

El nombre de teules lo eligió Orozco, porque según los españoles, con esa palabra los indígenas los designaban. “Teul proviene de la raíz en náhuatl teotl, que en los oídos de los conquistadores sonaba a teules”, explicó Dafne Cruz.

 

En esta muestra que permanecerá hasta el 6 de agosto, sobresalen las representaciones propias de una guerra: enfrentamientos, la entrada violenta de los españoles a Tenochtitlán y los heridos de esa batalla. “No hay ejes temáticos porque sólo quisimos presentar la narración del enfrentamiento violento entre españoles e indígenas desde la visión de Orozco, la visión de una crónica desde la plástica”.

 

José Clemente Orozco fue el primer muralista en ingresar a El Colegio Nacional y el año en que presentó la serie Teules (en la que trabajó por 4 meses), coincidió con la primera exposición retrospectiva de su obra en el Palacio de Bellas Artes, proyectos que evidenciaron su consolidación como pintor y el reconocimiento otorgado por el estado mexicano.

La exposición Orozco y los Teules, 1947 inicia con la obra El alanceado, un close up de un español herido con una lanza y que en palabras de la curadora Dafne Cruz, muestra que la violencia es la guía principal de esta serie.

“Después se observarán una serie de cuadros en donde aparecen caballos atacando, porque una de las cosas que más les sorprendieron a los indígenas, según la crónica de Bernal Díaz del Castillo, fueron los soldados a caballos y las grandes lanzas que portaban. Entonces el caballo es importante dentro de la conquista y Orozco privilegia esa figura dentro de esta muestra”, añadió.

También en algunas obras, se observa que Orozco no indagó en otras fuentes para representar la ropa de los mexicas, ya que los plasma con orejeras, tocados de plumas y con un calzón, y a los españoles los destaca por sus armaduras

“Algo que le sorprendió a Bernal Díaz del Castillo fueron algunas prácticas indígenas, por ejemplo, la antropofagia que él define como canibalismo. Esa era una práctica bastante común entre las culturas de Mesoamérica. Por eso vemos que el muralista pintó a un indígena que le están cortando las piernas a un español”.

Sobre la representación que hizo Orozco de dos personajes polémicos en la conquista: La Malinche y Hernán Cortés, la curadora explica que  ella es de las pocas mujeres que están plasmadas.

“Muy pocas mujeres aparecen en la serie, eso nos habla del papel de ellas dentro de la conquista y también nos habla de que Díaz del Castillo no las menciona mucho. La que sí está en la crónica es la Malinche y Orozco la pone arrodillada, a merced del conquistador Cortés, quien posa sentado de perfil”.

Otra representación de Cortés, añadió, está en un cuadro donde aparecen los heridos de guerra en un amontonamiento de cadáveres, cuerpos entre vivos y muertos, “ahí sobre esa pila de cuerpos, destaca Hernán Cortés quien está dirigiendo la batalla”.

La curadora Dafne Cruz señaló que hay una parte de la exposición que remite a la esperanza: la serie de dibujos Indias, los cuales se colocaron a falta de la obra original.

“Ahí con esos bocetos, hay un cierto dejo de esperanza. Aparecen un conjunto de indias, una mujer no tan grande junto con otra más joven que ella, que a través de estos dibujos que son más anatómicos, son pintados por Orozco desde una perspectiva aérea y podemos percatarnos que una de las mujeres está embarazada. Entonces el enfrentamiento de la conquista fue violento, pero poner a una mujer embarazada, nos habla de un ciclo de vida y de la esperanza que hay a pesar de la violencia; es la creencia de un futuro”.