Nuevas “armas” contra el VIH

Los científicos están dando nuevos pasos en la batalla para prevenir el VIH, con el inicio de pruebas a gran escala sobre el uso de inyecciones para proteger a grupos vulnerables al menos por dos meses e implantes que en el futuro permitirían prevenir la infección durante un año.

La meta es producir implantes del tamaño de un palillo que contengan fármacos de liberación paulatina -similares a los anticonceptivos subcutáneos- que puedan ofrecer protección por un año. GlaxoSmithKline, Gilead Sciences y Merck son empresas vinculadas con estos estudios.

Las iniciativas tratan de seguir la línea de éxito de la pastilla diaria Truvada de Gilead, que ha resultado notablemente efectiva para detener la infección con VIH por vía sexual.

Estudios clínicos muestran que esta protección o profilaxis previa a la exposición puede reducir el riesgo de infección en más de un 90 por ciento, siempre que las personas tomen sus pastillas regularmente. El problema es que muchas no lo hacen.

Una inyección aplicada en una clínica, según los expertos, daría más privacidad y aseguraría niveles estables del fármaco, mientras que un implante en el brazo podría incluso combinar la contracepción y la protección contra el VIH a la vez.

«Cuantas más opciones haya mejor, y creo que para algunas personas las inyecciones serían geniales», dijo Jean-Michel Molina, profesor de enfermedades infecciosas del Hospital Saint-Louis de París.

«Ahora que sabemos que los antirretrovirales tienen un gran potencial para evitar las infecciones con VIH, es el momento de evaluar otros medios para administrar estos medicamentos», agregó.

Las necesidades siguen siendo urgentes. Pese a que los avances en los tratamientos han reducido las muertes por sida, alrededor de 1,9 millones de personas se infectan con VIH cada año, una cifra que no se ha movido desde el 2010. Las nuevas infecciones entre varones homosexuales continúan en aumento.

ONUSIDA, el programa de Naciones Unidas sobre sida, advirtió la semana pasada que este problema amenaza los avances para erradicar la epidemia global, mientras que la Organización Mundial de la Salud recomienda los tratamientos preventivos para todos los grupos en riesgo de infección con VIH.