La embajada de México en Berlín es sede desde hoy y hasta el próximo 30 de septiembre de una exposición que reune la obra de 12 artistas que buscan generar un “diálogo con el público alemán” sobre la pintura mexicana contemporánea.
El objetivo de la muestra, que se enmarca entre las actividades culturales de la cancillería mexicana, es ofrecer una pincelada sobre el panorama de la pintura mexicana contemporánea con “una selección de algunos de los artistas mexicanos más representativos”, dijeron los artistas Javier Peláez y Patrick Pettersson.
Peláez y Pettersson, junto con otros 10 artistas, integran el grupo Pararrayos, que toma su nombre de una frase de Vincent Van Gogh, quien decía que su trabajo, su oficio de pintor era su “mejor pararrayos frente a la vida. Porque la vida de un artista plástico no es sencilla, y nunca lo fue”.
Nacido en 2009, Pararrayos agrupa a una serie de jóvenes artistas plásticos que se desempeñan tanto en el dibujo como en la pintura en una “búsqueda que proclama romper con los conceptos establecidos que es no sólo transformación, sino también descubrimiento”, explicaron los pintores.
“Esperamos que ‘Pararrayos’ genere un diálogo con los artistas y el público alemán así como una comprensión de algunas de las propuestas más interesantes dentro de la pintura mexicana contemporánea”, agregaron Peláez y Pettersson.
“Respetamos y admiramos mucho la fuerza y exploración que ha tenido la pintura alemana durante los últimos 30 años. Alemania es un país muy pictórico, y México lo es también. Sin embargo somos sociedades muy diferentes”, apuntaron los pintores.
Además de Peláez y Petterson, el resto de los artistas escogidos por el curador Christian Barragán son Javier Areán, Verónica Bapé, Omar Barquet, Miguel Ángel Cordera, Taka Fernández, Agustín González, Jacqueline Lozano, Eric Pérez, Pablo Rasgado y Omar Rodríguez Graham.
A través de sus obras “Pararrayos busca romper con los conceptos establecidos en la pintura tradicional y demostrar que no sólo van sobre su transformación, sino también su descubrimiento”, explicaron.
“Es decir, tomar herramientas y expresiones de otros tiempos y de otros artistas y darles un sentido radicalmente nuevo. Descubrimiento (encontrarse con lo preexistente) y transformación (ponerlo de cabeza o cambiarle en algo el sentido)”, apuntaron.