Así como las plantas generan néctar para atraer insectos o parásitos benéficos, también emiten olores que producen el mismo efecto y pueden usar para defenderse indirectamente de otros insectos o plagas. Este hallazgo fue realizado por investigadores del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) Unidad Irapuato, quienes identificaron el papel clave de esta emisión de olores mediante lo que llaman “compuestos orgánicos volátiles” (COV).
Los científicos encabezados por Martin Heil detectaron además que estos compuestos también generan una defensa directa, puesto que contienen efectos repelentes o antimicrobianos. Los resultados de este estudio serán publicados en la prestigiosa revista científica Trends in Plant Science.
Los investigadores del Cinvestav han aplicado este conocimiento para mejorar la respuesta inmune del frijol silvestre. Al activar la emisión de COV hallaron que la planta crece más del 50 por ciento y su rendimiento aumenta 30 por ciento; además el daño por insectos y enfermedades fue menor, como las infecciones por hongos. Es por estos resultados que los especialistas aseguran que la activación de COV en las plantas, al menos en el frijol silvestre, es un recurso importante para proteger de plagas e infecciones a las plantas, así como para diseñar pesticidas orgánicos útiles para ello.
En entrevista, Heil señala que los investigadores se han vinculado con productores locales de frijol silvestre en Irapuato, para que utilicen dispersores que emitan estos COV en sus cultivos y así reducir o eliminar el empleo de pesticidas comunes, que además son perniciosos para la salud.
“Elegimos el frijol silvestre no por su importancia económica, sino cultural para el país, puesto que es la fuente principal de proteína para mucha gente del campo”. El científico de origen alemán añadió que existe un gran potencial de esta biotecnología en su aplicación con técnicas sencillas de usar para los productores locales, e incluso para vender sus productos como “orgánicos”, puesto que los COV, al ser emitidos por las mismas plantas, son pesticidas naturales.
Los científicos también plantean otra solución en el empleo de los COV, a través de policultivos, es decir, emplear una planta como la de frijol silvestre junto a otras circunvecinas que sean de mayor interés económico, por ejemplo, o con otras plantas de frijol de mayor valor comercial. Pero uno de los objetivos inmediatos que tienen los científicos con los productores, añadió Martin Heil, es ver la efectividad de los dispersores en un sólo cultivo, aunque deben optimizar el proceso y bajar los costos de producción de las sustancias.