El Pabellón de México en la Feria Internacional del Libro en Frankfurt inició ayer su primer día de actividades en ese magno evento editorial. Destaca de los otros pabellones por su diseño amplio, luminoso, moderno, que está inspirado en las sillas Acapulco, que hicieron furor en los años 50 del siglo pasado.
Esas sillas tienen líneas verticales hechas de cuerdas, y a lo largo de todo el Pabellón se repite ese diseño desde la fachada hasta sus esquinas e interiores.
Esa geometría quedó suavizada por el uso de madera clara para su construcción, así como por los estantes donde se exponen los libros de cada editorial que está presente.
En los libreros también se pueden admirar artesanías mexicanas. Cada una de ellas tiene junto una explicación de dónde procede y qué significa.
El Pabellón tiene una superficie de 27 metros de largo por ocho de ancho y alberga tanto a editoriales independientes como a editoriales mexicanas ampliamente consolidadas como el Fondo de Cultura Económica (FCE).
También están presentes con espacios propios varias secretarías, ya que todas tienen un sector editorial propio dentro de su organigrama.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, por ejemplo, presenta un libro sobre los faros de México al que titula “Las Guías de Altamar“ y que fue elaborado por la Biblioteca Mexicana del Conocimiento.
Esta, a su vez, fue creada por la Secretaría de Educación Pública para contar con un acervo de Literatura Universal y Mexicana, de Historia, de Geografía y del quehacer público, entre otros temas. Ambas están presentes con espacios propios en el Pabellón mexicano en Frankfurt. El Conaculta y el Fonart también llevarán a cabo presentaciones.
En la Feria Internacional del Libro en Frankfurt participan siete mil expositores de más de 100 países. El evento llegará a su fin el domingo. Se inauguró oficialmente ayer, pero hoy es el día en el que abren por primera vez todos los pabellones que se presentan en ella.