El agua volvió ayer a brotar en la romana Fuente de Trevi después de permanecer casi diecisiete meses vacía y envuelta en andamios, y lo hizo para mostrarse ante miles de curiosos con su blancura marmórea y esplendor originales. En enero de 2013 la casa de moda Fendi anunció su decisión de financiar las obras de restauración de la “Fontana”, aquejada por el paso de los siglos, la masiva afluencia de turistas, la contaminación y las inclemencias meteorológicas.
La Fontana di Trevi, inmortalizada por una sensual Anita Ekberg en la película de “La Dolce Vita”, de Federico Fellini, fue construida en el siglo XVIII por encargo del papa Clemente XII y se ubica en el punto de llegada de uno de los acueductos de la antigua Roma.