El VIH, el virus que causa el sida, sigue perdiendo terreno en todo el mundo, según afirmó hoy, en Ginebra, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas de lucha contra el SIDA (ONUSIDA), que anunció en su último informe una disminución del 35% de los infectados por el virus durante el último año.
Atrás quedan las estadísticas inquietantes de los años noventa que mostraban un progreso constante de la epidemia. Desde que el VIH alcanzó su punto culminante, en el año 2000, se ha conseguido invertir la tendencia y demostrar que el ambicioso Objetivo del Milenio de la ONU de erradicar el virus en 2030, puede hacerse realidad.
A pesar de que hace unos pocos años parecía descabellado hablar del fin de la epidemia, a corto plazo, la ciencia y las campañas de prevención están empezando a dar resultados tangibles ya que durante el último año se han contagiado con el virus dos millones de personas frente a 3,1 millones en 2001, afirmó ONUSIDA.
Otro progreso se ha conseguido en el acceso a tratamientos antiretrovirales, que se han duplicado y cuentan con 15,8 millones de beneficiados en 2015, frente a 7,5 millones en 2010 y 700.000 en 2000. También, el precio de los medicamentos se ha abaratado considerablemente pasando de costar 10.000 dólares anuales, en 2000, a 100 quince años después.
«Cada cinco años conseguimos más que duplicar el número de personas que tienen acceso a las terapias contra el virus del VIH y ahora lo que necesitamos es ir aún más allá y continuar en esta dirección para interrumpir la epidemia y frenar su progresión», declaró Michel Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA.
Sin embargo, todas las noticias no son buenas. El VIH continúa haciendo estragos y las cifras preocupan. ONUSIDA calcula que hoy, en todo el mundo, unos 36,9 millones de personas viven con el virus, 17,1 millones de personas están infectadas sin saberlo y 22 millones no tienen acceso a tratamientos incluyendo a 1,8 millones de niños.
Además, desde principios del año 2000, alrededor de 38,1 millones de personas han sido infectados por el virus del VIH y 25,3 millones han perdido la vida por enfermedades contraídas a consecuencia del contagio, de los cuales 1,2 fallecieron durante los últimos doce meses, señaló el estudio de ONUSIDA.