La Cámara de Diputados aprobó ayer, con 386 votos a favor, 3 3 en contra y una abstención, el dictamen de reforma política del Distrito Federal, que elimina al DF para crear la Ciudad de México, que tendrá su propia Constitución y sustituye las jefaturas delegacionales para convertirlas en alcaldías, que a su vez estarán integradas por concejales.
De este modo, para la Ciudad de México habrá alcaldías, y no presidencias municipales, y al frente de aquellas estarán los concejales, y no presidentes municipales como en el resto de las entidades de la República.
La actual Asamblea Legislativa del Distrito Federal se transformará en Congreso de la Ciudad de México, por lo que adquirirá la facultad de aprobar o rechazar reformas constitucionales, como el resto de los Congresos locales.
Al fundamentar el dictamen, el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Daniel Ordoñez, del PRD, afirmó que «se trata del mayor avance en el reconocimiento de los derechos políticos de los habitantes del Distrito Federal».
De acuerdo al dictamen aprobado ayer en San Lázaro, la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México se instalará el 15 de septiembre de 2016 y las leyes para su creación estarán aprobadas el 31 de enero de 2017.
El dictamen aprobado fue objeto de diversas modificaciones, por lo que se devolvió al Senado para su ratificación.
La llamada reforma política del DF implica la modificación de 54 artículos de la Constitución, por lo que era obligatorio -como ocurrió- alcanzar en el pleno la mayoría calificada, es decir, al menos las tres cuartas partes de los votos.
Entre los aspectos relevantes de esta reforma destaca, también, la eliminación de la facultad que ahora tiene el Senado para remover de su cargo al jefe de gobierno.
De igual forma, resalta la autonomía que tendrá la Ciudad de México en materia de seguridad y justicia, ya que el Ejecutivo local podrá nombrar y remover libremente al secretario de Seguridad Pública y al Procurador de Justicia.
Entre los cambios de mayor relevancia, propuesto por la propia Comisión de Puntos Constitucionales, a petición de la bancada del PRI, destaca que el Consejo General del el Instituto Nacional Electoral emita la convocatoria para la elección de los diputados constituyentes a más tardar dentro de los siguientes 15 días a partir de la publicación del decreto, mientras que la minuta del Senado marcaba para ello la primera semana de diciembre de este año.
No quedó establecida en el decreto la nueva fecha para emitir dicha convocatoria, aunque se estima que en lugar de junio pudiera ser en febrero de 2017.
Otra modificación consiste en que los candidatos independientes al Constituyente no podrán estar registrados en los padrones afiliados de los partidos políticos, con fecha de corte a marzo de 2016, ni haber participado como precandidato o candidato a cargo de elección popular postulados por algún partido político o coalición, en elecciones federales o locales inmediatas anteriores a la elección de la Asamblea Constituyente.
Resalta aquí la ampliación de un mes en dicha restricción, ya que la minuta del Senado marcaba como fecha de corte le mes de febrero de 2016.
El resto de los cambios efectuados, de menor envergadura, tienen que ver con el ajuste de palabras como, entre otras, que la minuta del Senado trae en diversas partes el nombre de Distrito Federal, y la Cámara de Diputados ya lo toma como Ciudad de México.
Luego de la aprobación en lo general, a las 17:30 horas, el pleno conoció que algunas bancadas, en su mayoría Morena, presentaron 58 reservas al dictamen, aunque ahora sí fueron agrupadas en forma temática, lo que permitió su ágil desahogo.
Así, a las 19:08 horas, con 329 votos a favor, 5 3 en contra y una abstención, el pleno aprobó el dictamen en lo particular y se remitió al Senado de la República de inmediato.
En el debate, los diputados Braulio Guerra, del PRI, Federico Doring, del PAN, Arturo Santana, del PRD.
resaltaron «el importante avance» que representa esta reforma, aunque reconocieron que «no es definitiva ni todo lo que se hubiera deseado», destacó el panista.
Por su parte, Morena, que votó en contra el dictamen, a través de su diputado capitalino Vidal Llerenas, argumentó que «no hay una real autonomía» porque la integración del Constituyente de la Ciudad de México tendrá «una clara injerencia del Presidente de la República en funciones».
El perredista Daniel Ordoñez, titular de la Comisión dictaminadora, se dijo complacido por la aprobación y aseguró que, «lo que hoy aprobamos, nos vincula con la generación de políticos y legisladores más brillante de la historia mexicana, es decir, los liberales de 1857».