Hace doce años, en su temporada de novato, el quarterback de los Acereros de Pittsburgh, Ben Roethlisberger, utilizaba sus grandes habilidades para sus 108 kilogramos y su 1.98 de estatura, y llevó a su equipo a una marca de 15-1, la mejor en la historia de la franquicia.
Un año después, en la temporada 2005-06, el Big Ben le daba a los Acereros el quinto anillo de Super Bowl y primero desde enero de 1980, y mientras sus atributos físicos eran obvios en aquellos años gracias a su juventud, su destreza como quarterback de la NFL nunca fue plenamente apreciada.
Años después, Sports Illustrated cambia la perspectiva de Ben y lo nombró como el “quarterback físicamente mejor dotado” en la NFL.
“Roethlisberger es un pasador increíble. Su fuerza en el brazo está entre lo mejor, así como su precisión”, explicó Andy Benoit, articulista de dicha publicación. “Es algo necesario para que un quarterback pueda ser mejor, y además puede lanzar profundo o soltar rápidamente el pase bajo presión.
“A mediados de los 2000, a Michael Vick se le consideró el quarterback más atlético de la Liga, pero la verdad es que Ben siempre ha sido el jugador de su posición mejor dotado físicamente”, agregó el especialista.
Para Benoit, Roethlisberger está pasando por el mejor momento de su carrera a los 33 años debido a que ha extendido el juego de formas increíbles, y añadió que en los últimos cinco años ha mejorado más que cualquier otro pasador, algo que la gente no le reconoce.
“Él tiene ahora la visión para identificar sistemáticamente las coberturas y los conceptos de presión antes del centro; antes, a menudo el diagnóstico de la defensa por parte de Ben llegaba después del inicio de la jugada. Todo esto coloca a Pittsburgh, por ahora, por encima de los Patriotas entre los favoritos de la AFC”, concluyó