La escultura “La puerta del Infierno”, del artista francés Auguste Rodin , fue adquirida por el Museo Soumaya Fundación Carlos Slim para integrarla a su colección. La obra está inspirada en La Divina Comedia, del poeta italiano Dante Alighieri (1265-1321), y está compuesta por una estructura de 6.5 metros de altura por cuatro de ancho y uno de profundidad. Viajará a México a principios de 2016.
Esta obra se compone de 180 figuras y llegará en la primavera de 2016 para ser instalada en el vestíbulo del museo en Plaza Carso, acompañada de una magna exposición que incluirá piezas del francés pertenecientes a las colecciones de los museos Soumaya y Rodin de París, particularmente ligadas a este proyecto que resultó sustancial en su vida, “para mostrar las cualidades y el potencial de un artista que renovó la escultura de nuestro tiempo”.
Además, se trata de una obra de donde emergieron figuras como El pensador, El beso, Las tres sombras, Adán y Eva, piezas capitales no sólo para Rodin, sino para la escultura en general y para el arte moderno, no en vano es una obra que habla de modernidad en el arte”, explicó Miranda Márquez.
La Porte de l’Enfer, en francés, “ocupa un lugar peculiar en la creación de Rodin”, detalla la colección del Museo Rodin, ya que en ésta el artista trabajó con fervor durante varios años, para crear más de 200 figuras y grupos que forman un lugar del que se inspiró durante el resto de su carrera.
La creación de esta pieza se remite al año de 1880, cuando el Estado francés le encomendó a Rodin una puerta decorada con bajorrelieves inspirados en La Divina Comedia, de Alighieri, para el museo de Artes Decorativas de París, donde hoy se encuentra el Museo d’Orsay.
Aquel proyecto nunca lo concluyó, pero marcó irreversiblemente a Rodin y con el tiempo le dio autonomía a algunas de sus piezas. Según su historia, Rodin tuvo listo el yeso a principios de 1886, pero no quedó satisfecho porque consideró que varios de sus elementos podían ser autónomos. Y, aunque se esperaba que mostrara su trabajo final en la gran Exposición Universal de París de 1889, no sucedió así.