La primavera ya está aquí. O quizás nunca se fue del todo porque el invierno que hemos vivido ha sido el más “caluroso” de los últimos años. Pero si nos regimos por el calendario, el pasado domingo 20 de marzo entramos oficialmente en la estación de las flores y del cambio de hora. Un tránsito que algunos llevan mal. Se sienten cansados, irritables, bajos de ánimo, con dificultad para conciliar el sueño. A este trastorno de adaptación, que no enfermedad, se le conoce como astenia primaveral. “No es una patología y no tiene un tratamiento específico. La astenia es una situación que no se debe medicar. El cuerpo, en unas condiciones mínimas de salud, se adapta en dos o tres semanas”, explica el doctor Miguel Martín Almendros, médico y coordinador del Grupo de Fitoterapia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria.
Tampoco hace falta tomar complejos vitamínicos por nuestra cuenta. Este tipo de productos solo deberían utilizarse por consejo médico. La recomendación del doctor Martín Almendros para atajar este decaimiento puntual es recuperar la dieta mediterránea y mantener una vida activa, con alguna actividad deportiva al aire libre, que permita una exposición moderada al sol.
Para prevenir y combatir la astenia (baja energía), desde el punto de vista nutricional, es importante empezar el día con un desayuno completo, en el que no debe faltar un lácteo, cereales integrales y fruta. «Con un buen zumo de frutas del tiempo (fresas, naranja, mandarina) una cucharada sopera rasa de germen de trigo, una cucharada de levadura de cerveza, otra de polen y otra de lecitina de soja, obtenemos un aporte diario de todo el abanico de vitaminas y minerales, desde la vitamina A hasta el zinc», asegura el doctor Martín Almendros.
Para los que tienen un desgaste físico importante y necesitan una dosis extra de energía, el galeno recomienda un batido «muy nutritivo», que puede incluirse en el desayuno, a base de «fresas, medio plátano, una mandarina, medio yogur, dátiles, pasas, orejones». A este preparado se le puede añadir «una ampolla de jalea real», que es «un tónico físico y psíquico», apunta el doctor, pero advierte de que, aunque sea un producto de origen natural, hay que tener prudencia con las cantidades. «Un adulto joven puede tomar 500 miligramos al día y en adultos más mayores no hay que sobrepasar el gramo de jalea real», apunta el coordinador de Fitoterapia de Semergen.