Según establece el refranero inglés, ‘una manzana al día mantiene al doctor en la lejanía’. Un consejo en el que se enfatiza la importancia de la dieta y que, además de para los médicos y la salud general, podría aplicarse a las consultas del dentista y la salud bucodental. Y para ello, tan solo tendríamos que sustituir la manzana por una lechuga diaria. O más concretamente, por el ‘zumo’ de lechuga. Y es que como muestra un estudio dirigido por investigadores del Hospital Universitario de Wurzburgo, Alemania, el consumo diario de zumo de lechuga resulta muy eficaz para controlar la gingivitis crónica –esto es, la inflamación de las encías causada por una bacteria que, de no ser tratada, puede conllevar a la aparición de la periodontitis o ‘piorrea’.
Concretamente, el beneficio de la lechuga sobre la gingivitis se explica por el alto contenido de nitratos en la hoja de este vegetal. Y como destaca Yvonne Jockel-Schneider, directora de esta investigación publicada en la revista «Journal of Clinical Periodontology», «nuestros resultados muestran que el consumo diario de nitratos pueden ser un complemento útil en el control de la gingivitis crónica».
Lechuga ‘exprimida’
El estudio fue llevado a cabo con la participación de 44 pacientes con gingivitis crónica en los que se evaluaron el índice gingival –valoración de la inflamación por la gingivitis–, el índice de placa de O’Leary –con el que se analiza la higiene de las superficies lisas y la capacidad de eliminación de la placa con un torno– y el nivel de nitratos en la saliva.