Un grupo de siete dientes fósiles, con 21 millones de años de antigüedad, pertenecientes al primer mono de América del Norte, fueron hallados en las excavaciones para la ampliación del Canal de Panamá, revelaron hoy fuentes científicas.
Los restos “son la primera evidencia de un mono en la parte continental de América del Norte antes de que el istmo de Panamá se uniera a América del Sur hace 3.5 millones de años”, indicó el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).
“Antes de este descubrimiento se creía que los monos del nuevo mundo evolucionaron aislados en América del Sur, apartados de América del Norte por un ancho mar”, indicó el autor principal del estudio, Jonathan Bloch.
Los científicos nombraron al mono de hace 21 millones de años “Panamacebus transitus” en honor a Panamá y al movimiento de esos animales a través de la antigua ruta marítima que divide América del Norte y del Sur.
Equipos del STRI, de la Universidad de Florida y el Museo de Historia Natural y Ciencia de Nuevo México (Estados Unidos) iniciaron hace cinco años rescates de fósiles en áreas de la ampliación del Canal que finalizará este año.
Los dientes fueron descubiertos en el punto llamado “Formación Las Cascadas”.
Las investigaciones apoyan la idea “de que América Central y el oeste de Panamá representaban una larga península que se extendía al sur de América del Norte”, indicó el STRI.
“Sugerimos que el ´Panamacebus´ estaba relacionado con el mono capuchino (también conocidos como ´monos cariblancos´) y con los monos ardilla que en el presente se encuentran en América Central y América del Sur”, comentó Bloch, curador de paleontología de vertebrados en el Museo de Historia Natural de Florida.
Antes de descubrirse los dientes de mono, restos fósiles de perezosos gigantes de entre 8.5 y 9.0 millones de años eran la evidencia más antigua de la circulación de un mamífero del sur al norte de América.
Los investigadores plantearon para ello dos hipótesis: Que los mamíferos de América del Sur estaban más adaptados a la vida en los bosques de esa región y que la falta de depósitos fósiles expuestos en toda América Central significa que la evidencia de estas dispersiones aún no se ha revelado.
Durante las investigaciones paleontológicas en la ampliación del Canal, los expertos han registrado murciélagos, caballos, ardillas, camélidos pequeños, cocodrilos, tortugas y los feroces osos-perro.
Los detalles del descubrimiento fueron publicados en la revista Nature.