La exposición “El arte de la indumentaria y la moda en México, 1940-2015”, de más de 400 piezas, ofrecerá al público por vez primera una visión histórica panorámica de la moda mexicana moderna y contemporánea, aunada a la indumentaria de sus culturas originarias desde una perspectiva estética y de diseño, no etnográfica.
La muestra inaugurada el 3 de mayo en el Palacio de Cultura Banamex-Palacio de Iturbide, comprende en su mayoría prendas, pero también accesorios (hay una “pared” de fajas, otras de rebozos y morrales), bocetos, documentos, fotografías y pinturas de artistas como Diego Rivera, María Izquierdo, Roberto Montenegro, Miguel Covarrubias, Raúl Anguiano y Juan Soriano.
Un total de 225 maniquíes portan tanto trajes mayas, tzotziles, mazahuas, otomís, purépechas, como diseños de Julio Chávez, Pedro Loredo, Carmen Rión y Ramón Valdiosera. En el patio central del recinto de Madero 17, Centro Histórico, se ha instalado una pasarela de la “fusión” y reconexión del México indígena y mestizo, y la moda occidental de vanguardia.
La muestra busca colocar a la indumentaria y la moda como “un capítulo relevante en la historia del arte del diseño mexicano”, expresó Cándida Fernández, directora de Fomento Cultural Banamex, al presentar el proyecto expositivo curado por Juan Coronel Rivera y Ana Elena Mallet. Entre otras cosas incluye un ciclo de cine con réplica en la Cineteca Nacional, ya que en cierto momento los diseñadores de moda se involucraron en vestir a las actrices.
El arte de la indumentaria… cierra, de hecho, una triada de muestras cuyo objeto era revisar el diseño en México, que empezó con una de muebles y otra de la plata. Obedeció a una investigación de dos años realizada por los curadores tanto en México como en el extranjero.
“Como todos sabemos, el vestido es un código que habla de forma de vida, del entorno, del clima, de la sociedad que los crea, y refleja la cultura de un pueblo. Amén de esta expresión cultural, lo es también de diseño y una industria hoy con gran fortaleza económica, además”, señaló Fernández.
No se trata de dos exposiciones sino de una sola: “No establecimos divisiones sociales, ni culturales, porque esto es lo que nos conforma. Somos una nación pluriétnica y pluricultural, esto es algo que no debemos de perder nunca de vista. Por razones de orden historiográfico siempre se han separado las líneas de encuentro y desencuentro entre lo que hemos denominado mestizo y culturas indígenas, pero en realidad conformamos una nación. Lo que verán aquí es precisamente ese cohabitar nacional”, acotó Juan Coronel Rivera.
Acotó que su abuelo, Diego Rivera, “el pintor del indigenismo”, se interesaba por la moda como demuestra El retrato de Henri de Chatillón (1944) y el que le hizo en 1956 a la actriz Silvia Pinal, que se acompaña por el vestido con que posó.
Mallet recordó que “nunca hemos tenido una exposición de vestido de esta magnitud, enfocada a la moda en un museo nacional a pesar de que tenemos una enorme tradición”. Lamentó que sólo hay un coleccionista de moda contemporánea mexicana en el país, aunque tampoco hay una consciencia de guardar sus creaciones entre los modistas. Ya que “montar vestiditos no es nada fácil”, tardaron un mes en el montaje.