Un panorama de las técnicas, materiales, formas y discursos que ponen en primer plano al dechado como un protagonista de las artes decorativas y el diseño textil, puede ser apreciado en la exposición “Dechados de virtud. Bordados y deshilados, siglos XVIII al XX”.
La exposición, que a partir de mañana se presenta en el Museo Franz Mayer de esta capital, exhibe ejercicios de costura de autoría femenina, que invitan a reflexionar en torno a los valores, anhelos y la vida cotidiana de sus creadoras.
Héctor Rivera Borrell, director de ese espacio museístico, comentó que esta muestra se integra a las actividades de celebración por los 30 años del museo y que pone en primer plano al dechado, como un protagonista de las artes decorativas y el diseño textil, así como a la presencia femenina desde la época virreinal.
Bajo la curaduría de Mayela Flores, los dechados son lienzos que muestran una labor de costura, los cuales surgieron en el ámbito de la educación femenina a partir del último siglo del periodo virreinal y continuaron hasta la primera mitad del siglo XX.
De acuerdo con Flores, las más de 70 piezas en exhibición, elaboradas en su mayoría en seda y algodón sobre lino, dan cuenta de las facetas más personales de la vida de sus autoras y dueñas, quienes imprimieron en éstas, no sólo sus ejercicios de costura, sino también sus ideas, imaginarios, valores y anhelos.
La exposición está dividida en tres ejes temáticos: “Regla y ejemplo”, que explora los orígenes y antecedentes del dechado en México, así como su relación con la tradición católica y la incorporación de materiales en su creación.
“Labores en hilo y aguja”, muestra la etapa de consolidación de estas obras en los lugares de enseñanza como colegios, escuelas y conventos, así como al interior del hogar y casas de instrucción, y por otro lado, surgen en los diseños motivos de inspiración indígena, francesa o inglesa.
Como tercer núcleo figura “Virtudes mujeriles” que presenta una selección de obras en diversas etapas de su creación, otras que permiten apreciar la influencia del dechado en las culturas indígenas y finalmente piezas que muestran la simplificación de procesos en la elaboración de los dechados de mediados del siglo XIX.
Con puntadas básicas como el punto de cruz, el hilván, festón, punto plano y puntada de vuelta, destaca la creación de María de Jesús Martínez, quien no mayor a los seis años de edad elaboró un dechado magistral y de prácticas, en el Convento y Colegio de la Enseñanza Nueva entre 1827 y 1836 (Antiguo hospital de San Juan de Dios) -ahora Museo Franz Mayer-, y en el que se presenta a sí misma a través de una inscripción bordada en punto de cruz.
Según Flores, la muestra ofrece un enfoque distinto, pues se hace una revisión de las obras desde el ámbito del arte y las artes decorativas, que abren un capítulo en la historia del diseño textil en México.
La exhibición, que permanecerá hasta el 24 de julio, surge como un proyecto en el que colaboraron el Museo Textil de Oaxaca, el Museo de Historia Mexicana de Monterrey, el Museo San Ignacio de Loyola Vizcaínas y el Centro de Estudios de Arte Popular Ruth D. Lechuga.