Además de escribir novelas universales como “La señora Dalloway” o “Las olas” y de ser uno de los grandes iconos del feminismo, Virginia Woolf fue también una gran lectora y crítica literaria que cultivó de manera brillante el ensayo analizando textos de Dostoyevski, Conrad o Jane Austen. Contemporáneos suyos y clásicos de la literatura inglesa protagonizan los escritos que la autora londinense, fallecida hace 75 años, publicó en revistas como The Times Literary Supplement y que ahora recopila Horas en una biblioteca, un libro editado en español por Seix Barral.
Esta selección, editada y traducida por Miguel Martínez-Lage, abarca toda la trayectoria de Woolf como ensayista, desde sus primeros ejercicios de crítica literaria y ensayo informal hasta sus últimas y rigurosas piezas acerca de autores como Rudyard Kipling, Herman Melville o los antes citados Austen, Conrad y Dostoyevski.
“Entre todos los escritores solo Dostoyevski posee el poder de reconstruir esos maleables y complejos estados de ánimo (…) pues tiene plena capacidad (…) de sugerir ese submundo en penumbra”, dice Woolf en un pasaje que descubre su fascinación por la psicología.