La UNAM dio a conocer que en 2015 se realizaron en México alrededor de dos mil 700 trasplantes renales; hoy, están en lista de espera 12 mil 211 personas.
De ellas, aproximadamente la mitad tiene un donante, pero no pueden recibir el órgano porque son incompatibles.
Pero ¿qué pasaría si los pacientes pudieran intercambiar a sus donadores? Se triplicaría el número de trasplantes que se hacen cada año en el país. Pero eso no bastaría, aún sería necesario que tuvieran la mayor probabilidad de éxito. Si así ocurriera, el impacto nacional sería enorme.
Hoy, eso es posible gracias al primer algoritmo desarrollado por integrantes de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM y del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), que permite, a través de un programa de cómputo, hacer recomendaciones y armar “cadenas” de donación donde antes sólo había parejas de receptores y donantes incompatibles.
Lograr este trabajo pionero no fue fácil. La complejidad radica en que intervienen múltiples variables –grupo sanguíneo, edad, sexo, anticuerpos, antígenos y factores genéticos, entre otras– y sus combinaciones.
“Este problema pertenece a una clase de algoritmos llamada NP-difíciles, conformada por aquellos que se cree no tienen una solución polinomial, sino exponencial; eso lo hace computacionalmente muy complejo”, explicó Javier García García, coautor del algoritmo y secretario de Vinculación de la FC.
Hace unos meses el INCMNSZ efectuó un trasplante secuencial con ocho cirugías exitosas (cuatro nefrectomías y cuatro trasplantes), y se anunció que las personas operadas, tanto receptores como donantes, gozan de buena salud.
“Los resultados de la fase inicial, llamada perioperatorio, es decir, los primeros 30 días después del trasplante, fueron un logro. Las parejas que participaron se encuentran bien, aunque los resultados para fines de investigación clínica y reporte de resultados deberán esperar cinco años”, explicó Aczel Sánchez Cedillo, cirujano y profesor de la FC.