Un grupo investigadores y estudiantes de posgrado de diferentes instituciones tanto mexicanas y extranjeras realizan el diseño del primer acelerador lineal de electrones mexicano.
El acelerador de partículas tendrá una energía de 80 a 120 megaelectronvoltios (MeV), el cual costará cerca de 2.5 millones de dólares y su construcción tardará alrededor de tres años, dijo el secretario de la Comunidad Mexicana de Aceleradores de Partículas (CMAP), Bruce Yee Rendón.
En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Yee Rendón explicó que los electrones se generan mediante el uso del efecto fotoeléctrico dentro de dispositivos llamados fuentes o pistola de electrones.
“Una vez creados, estos son conducidos en una cavidad de radiofrecuencia para ser acelerados y, al mismo tiempo, el haz se divide en partes llamadas bunches; si se quiere acelerar a más altas energías, el haz se introduce de nuevo en otra cavidad”, detalló el directivo.
«Para optimizar los costos, se planea usar cavidades y magnetos no superconductores. El acelerador mexicano lineal de electrones funcionará en dos modos: haz de partículas y haz de radiación sincrotrón”, agregó.
Destacó que durante el proceso existe una serie de imanes que enfocan el haz y otras unidades que permiten el rastreo de partículas hasta su destino final, además, los electrones podrán usarse de forma directa o convertirse en rayos gamma a través de blanco fijo.
Por su parte, el profesor del Departamento de Física de la Universidad de Guanajuato, Georfrey Humberto Israel Maury Cuna, indicó que las aplicaciones del acelerador dependerán del modo de operación.
El especialista ejemplificó que cuando se use en el modo de haz de partículas servirá para procesos industriales, polimerización, esterilización de alimentos y diversos materiales, así como para tratar aguas residuales.
También tendrá un uso en la calibración de detectores de partículas y para la espectroscopia, técnica usada por físicos y químicos que emplea la radiación para obtener información de la estructura y propiedades de la materia, entre otros.
En tanto, el investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Arturo Fernández, refirió que los aceleradores de partículas se volvieron herramientas indispensables en la medicina e industria.
En medicina es útil para la elaboración de radiofármacos que se emplean en el diagnóstico de enfermedades, además del tratamiento de algunos padecimientos, y en los últimos años, se emplearon en las terapias contra el cáncer.
El proyecto lo integran las universidades de Guanajuato, Autónoma de Sinaloa (UAS), Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) que pertenece al Instituto Politécnico Nacional (IPN).
También participan el Jefferson Lab, Universidad de Old Dominion, la Universidad de Texas A&M, CERN y J-PARC.