Bajo la dirección de Srba Dinic, la coreografía original de Jean Coralli y Jules Perrot, y música de Adolphe Adam, la Compañía Nacional de Danza (CND) con la Orquesta del Teatro de Bellas Artes presentó «Giselle», dentro de la temporada que incluye funciones los días 28 y 30 de agosto y 1, 3 y 4 de septiembre.
Conocido como «la danza de ultratumba», «Giselle» es un ballet creado en plena época romántica, el cual nació de la inspiración que causó el talento de Carlotta Grisi, joven bailarina italiana, de tan solo 22 años, al poeta y crítico francés Théophile Gautier, quien preparó un excelente argumento junto con el libretista Vernoy de Saint-Georges. En el fondo del escenario, una noria y un molino. Un puente a la derecha y una casa a la izquierda y ante ellos, un grupo de artistas que desde las butacas de atrás daban la ilusión de ser personajes de cuento de hadas. Así inicia la historia de la hermosa «Giselle», quien por décadas ha subyugado al público de numerosas naciones alrededor del planeta. El texto se basa en la vieja leyenda germánica de las «Wilis» de Heinrich Heine, que trata de los espíritus de las jóvenes que mueren vestidas de novia antes de llegar al altar, que se aparecen a media noche, a la luz de la luna, llorando su pena y buscando venganza. La música es del compositor francés Adolphe Adam, quien la escribió en sólo una semana. El estreno de la obra se realizó el 28 de junio de 1841 en la Academia Royale de Musique et de Danse, de París, con la bailarina Carlota Grisi en el papel de «Giselle» y Lucien Petipa, hermano del coreógrafo Marius Petipa, en el papel de «Albrecht». Desde entonces no hay compañía de danza que no monte este espectáculo de increíble belleza. «Giselle», ballet que forma parte del repertorio de las grandes compañías de danza clásica del mundo, es escenificado por la CND del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, los días 27, 28 y 30 de agosto y 1, 3 y 4 de septiembre. El libreto, de Pierre Jules Théophile Gautier, siempre cautiva al público. De acuerdo con las declaraciones previas realizadas por el director de la CND, Mario Galizzi, esta es la obra cumbre del romanticismo y un reto para cualquier compañía de ballet, y la Compañía Nacional de Danza está preparada para ello, en cuanto al cuerpo de baile, técnica e intérpretes. Y así lo demostró la noche de este sábado en el gran palacio. Ante todo, se trata de un ballet de altísima dificultad interpretativa, mismo que requiere de una entrega absoluta por parte de los bailarines para poder sortear todas los retos que plantea cada uno de los personajes, por lo que siempre se les pide que impriman «algo de ellos». Esto permite llevar a otro nivel la actuación. Tihui Gutiérrez, maestra de la compañía, dijo en su oportunidad que este trabajo demanda gran rigor técnico en el más puro estilo romántico, pero en especial a nivel actoral, pues requiere de una interpretación que necesita ser verosímil e involucrarse con el personaje, bajo una sensación etérea e incorpórea. Por lo tanto, cada noche será distinta la función. Es una obra que demanda histriónicamente más que ninguna, y al final del primer acto hay una catarsis tremenda donde «Giselle» se vuelve loca, algo poco convencional en los ballets. Por lo anterior, la interpretación de esta obra es un parteaguas para la carrera de cualquier bailarín, hecho que el público conocedor advirtió la víspera. Todos los bailarines anhelan hacer «Giselle» en algún momento de su carrera, pues tiene gran fragilidad, característica típica de las heroínas románticas, y su cuerpo de baile es bellísimo por su gran cantidad de formaciones, líneas y dibujos. Hay un personaje muy bello, «Hilarion», además, la mamá de «Giselle» también juega un rol muy importante. «Giselle» es interpretada por Ana Elisa Mena, primera bailarina de la compañía, para quien había sido un sueño poder hacer ese personaje. Un sueño que ahora se ha hecho realidad en el escenario del gigante de mármol y en la vida personal de Mena, una joven que ha dedicado todo su esfuerzo y talento al ballet. Las funciones que restan son hoy domingo a las 17:00 (con orquesta), el próximo martes a las 20:00 (con orquesta), el jueves 1 de septiembre a las 20:00 (con orquesta), el sábado 3 a las 19:00 (sin orquesta) y el domingo 4 a las 17:00 (con orquesta). De acuerdo con los organizadores, hoy podrá verse en la pantalla colocada fuera del palacio.