La población de la mariposa monarca ha caído en más del 90 por ciento en las últimas dos décadas debido al cambio climático, la deforestación y el uso de herbicidas que destruyen el algodoncillo, planta en la que colocan sus huevos y sirve como alimento de las larvas, mencionó Rodrigo Solís Sosa, médico veterinario egresado de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Ante esta situación, en conjunto con el mexicano Sergio Fernández Lozada, desarrollan en Canadá una herramienta computacional socio-ecológica para determinar el mejor programa de sustentabilidad que salve a este ejemplar.
Rodrigo Solís Sosa, maestro en desarrollo sostenible por el Tecnológico de Monterrey, mencionó que se necesitan programas de sustentabilidad que garanticen la existencia del insecto, el cual se busca incluir en la lista de especies en peligro de extinción.
A fin de evaluar la efectividad de los programas antes de ponerlos en práctica, el especialista mexicano diseña un sistema computacional de simulación biológico de la mariposa monarca que analiza la reproducción, migración y forma en que depende del bosque y algodoncillo para sobrevivir.
Con el sistema, que le valdrá su tituló de doctorado en la Universidad de Simon Fraser University, en Canadá, se obtendrán estadísticas sobre los efectos de diversos programas de sustentabilidad y se tomarán las mejores decisiones para su conservación.
“Como biólogo de la conservación me he dado cuenta que los programas de sustentabilidad no funcionan si no se toma en cuenta la dimensión social; se necesita hacer consultas públicas para conocer las reacciones de la gente”, mencionó Solís Sosa.
Detalló que para obtener los datos y saber cuál es el mejor programa que los pobladores están dispuestos a realizar, incluso cuánto apoyo económico es necesario otorgarles, se realizarán experimentos de opción, los cuales consisten en cuestionarios a dueños de bosques dentro de la Reserva de la Biosfera Mariposa y a granjeros de Estados Unidos y Canadá que cuenten con terrenos que sirvan para plantar algodoncillo.
Además, se preguntará a los visitantes de los santuarios cuánto dinero están dispuestos a ofrecer para la conservación de la monarca, ingreso que será otorgado a los granjeros como compensación de parte de su área asignada.
Después se ingresará la información al sistema computacional para obtener estadísticas del número de mariposas que los programas de sustentabilidad protegerán o incrementarán. Por ejemplo, qué tanto aumentaría la población en 50 años si los granjeros plantan en un área de sus tierras algodoncillo.
Por otro lado, el cambio climático también es un factor que ha afectado el hábitat de la especie; sin embargo, este no se considera en el sistema computacional por su modificación constante. “En la última temporada (2015), la medición de la monarca fue de cuatro hectáreas, un aumento del 400 por ciento en dos años, pero dos semanas antes de que emigraran al norte cayó una nevada y se murió aproximadamente el 50 por ciento de la población”, enfatizó el especialista.
Rodrigo Solís presentó su investigación en abril de este año en el primer foro internacional de talento mexicano “Innovation Match 2016” (IMMX), realizado en Guadalajara, Jalisco donde expuso un cartel sobre la situación que enfrente la mariposa monarca. Actualmente el joven investigador busca recursos para continuar con la investigación debido a que fue cesada después de que el titular falleció.