La violencia contra las mujeres y los homosexuales, narrada con crudas escenas de sexo y trucos de ciencia ficción, impactó este lunes en el festival de Venecia con el filme “La región salvaje”, del mexicano Amat Escalante, en competición por el León de Oro junto con otros tres filmes de América Latina.
«Este filme ha sido un riesgo», confesó el director, cuya cinta dividió a la crítica en su primer pase a la prensa especializada en Venecia, que la aplaudió y también abucheó.
Con escenas explícitas de sexo y un temible y gigantesco pulpo erótico, el filme de Escalante, protagonizado por Simone Bucio, Jesús Meza, Ruth Ramos y Edén Villavicencio, narra con un lenguaje original y sorprendente el difícil recorrido de liberación de Alejandra, una joven madre que vive en la pequeña ciudad de Guanajuato con su esposo Ángel y dos hijos.
«Uso un género diferente al de mis otras películas», reconoció el cineasta a la prensa, cuya propuesta resulta impresionante, al fusionar realidad con fantasía, efectos especiales con situaciones auténticas de un país violento y machista como México.
– Realidad y ficción, una combinación misteriosa – «Creo que la realidad supera la ficción, por ello busqué respuestas en otra parte», explicó Escalante, quien sorprende con su misterioso monstruo de miles tentáculos con forma de pene para denunciar una sociedad sin deseo y oprimida.
«Quería ver como resultaba la combinación de mezclar mi cine del pasado con cine de misterio, miedo y terror», aseguró el cineasta mexicano, gran admirador de maestros del horror como el italiano Darío Argento.
«Incorporé elementos que representan la situación del país, pero busqué otro ángulo de la realidad, porque estaba cansado de ella», confesó.
Escalante, considerado entre los «cinco fantásticos» del cine mexicano, galardonado en 2013 por el Festival de Cannes por la dirección de Heli, sobre la guerra del narcotráfico, denuncia «a su manera» la cultura machista, misógina y homofóbica de su país.
La «región salvaje», representada en el filme por un bosque al que la misteriosa Verónica (Simone Bucio) lleva a Alejandra (Ruth Ramos), resulta una zona liberada, donde reina un placer sexual nuevo, total, sin machismo, donde los instintos se liberan.
«La película está llena de temas que me tocan, el machismo, la desigualdad, el rechazo a la diversidad sexual, que están más acentuados en ciudades de provincia», reconoce Escalante que propone una suerte de rito de purificación como única salida.
La idea de aterrorizar a su público, combinando imágenes de la realidad de México, como el cuerpo abandonado del hermano de Alejandra, un enfermero homosexual, con los excesos de las criaturas del otro mundo, «no deja a nadie indiferente», sostiene el diario del Festival, «Ciak in Mostra». El filme escándalo de la 73 edición de la Mostra, que podría suscitar controversia por las fuertes imágenes de sexo entre hombres, compite con 19 cintas de todo el mundo, desde el musical «La la land» del debutante estadounidense Damien Chazelle, hasta la comedia amarga «El ciudadano ilustre» de la dupla argentina Mariano Cohn y Gastón Duprat, entre los favoritos de la crítica, según el puntaje del diario del festival. El cuarto largometraje de Escalante, rodado en el estado de Guanajuato, fue coproducido con Alemania, Dinamarca, Italia, Noruega y México.