El reconocido escritor mexicano Juan Villoro consideró que el gran desafío que enfrenta la literatura mexicana es ampliar el número de lectores con el fomento de nuevos espacios para la lectura y estímulo a leer desde edades muy tempranas.
“El desafío que tenemos todos es ampliar el público lector, hay una gran calidad de literatura pero no siempre encuentra los lectores que merecen porque faltan bibliotecas, librerías, estímulo a la lectura porque el hábito no se fomenta lo suficiente”, explicó en entrevista.
Pese a este enorme reto, afirmó que la literatura nacional se encuentra muy bien, “hay una enorme cantidad de grandísimos escritores en todo el país, y ya no es necesario ir a la capital para ejercer el oficio literario».
El recipiendario del Premio Excelencia en las Letras 2016, que otorga la Feria Internacional de la Lectura en Yucatán (Filey), consideró que para crear lectores lo definitivo es que los padres fomenten el aprecio por los libros en la casa.
“Cuando la madre, el hermano o la abuela le leen un libro al niño convierten el libro en una forma de afecto, el niño siente que es querido a través de la historia, entonces esto es importante para desarrollar el gusto por los libros”, explicó.
“Obviamente se puede adquirir (el gusto por la lectura) a los 40, 50 y 60 años, pero lo decisivo es que se aprenda en la infancia», agregó.
Entrevistado durante la inauguración de la nueva sede del Centro Cultural “Leer por Placer”, que se ubica en el popular barrio de Santiago, explicó que las escuelas y las bibliotecas son un componente importante en la educación y en el fomento a la lectura.
“Por desgracia tenemos maestros a los que no les gusta leer, desde luego que hay grandes maestros, pero hay quienes no leen por gusto y si los maestros no leen no pueden enseñar a leer porque la lectura no se debe imponer se debe contagiar como todos los grandes gustos”, sostuvo.
Por eso, continuó, necesitamos mejores maestros y mejores planes de estudio.
Sobre el espacio que actualmente ocupa la tecnología en la literatura, el autor de libros como “Palmeras de la brisa rápida” y “Tiempo transcurrido”, declaró que todas las épocas tienen sus inventos que parecen amenazar para siempre a otras formas de expresión.
Sin embargo, rechazó que la tecnología vaya a sustituir en definitiva al libro impreso.
“No creo que la tecnología necesariamente sustituya a otras formas de expresión, y los libros tienen una manera muy resistente y muy fuerte de llegarle a las personas, tiene una especificidad que no tiene ningún otro medio; yo confío que la literatura va a perdurar más allá de las nuevas tecnologías y se va a complementar con ellas», finalizó.