El español Rafael Nadal inauguró este miércoles su academia de tenis, la piedra angular sobre la que quiere edificar su futuro tras su retiro, con la presencia estelar de su máximo rival durante su carrera deportiva, el suizo Roger Federer.
Construida junto a su ciudad natal, Manacor, en la isla de Mallorca, la academia llevará el nombre del jugador español y combinará tanto instalaciones deportivas como educativas.
«Yo mandaré a mis hijos aquí si quieren jugar al tenis», dijo Federer, padre de cuatro pequeños y el hombre que dio forma junto a Nadal a una época del tenis.
Ganador de 17 torneos de Grand Slam, el suizo disputó numerosas finales frente a Nadal, campeón en 14 grandes, durante una década en la que ambos dominaron el circuito.
Sin embargo, los dos gigantes se encuentran indudablemente en las rectas finales de su carrera. El suizo, de 35 años, no gana un Grand Slam desde 2012, mientras que el español, de 30, cerrará en 2016 su segundo año consecutivo sin un título en uno de los cuatro grandes escenarios mundiales.
Parado desde hace meses por una lesión de rodilla, Federer dijo entender ahora mejor que nunca a Nadal, que ha sufrido diversos problemas físicos graves en rodillas, muñeca o espalda durante toda su carrera.
«Ahora sé lo que significa una lesión importante», dijo el suizo, cuya vida deportiva estuvo casi exenta de lesiones hasta esta temporada.
«He pasado tiempo con la familia, ha sido tranquilo, pero no sé cómo será cuando regrese», advirtió Federer, que consideró a Nadal «una inspiración» en ese sentido por la facilidad que tuvo para volver a la élite. «Espero que sea así cuando vuelva en enero», añadió.
«Ni a Roger ni a mí se nos ha olvidado jugar al tenis y estamos trabajando para volver a competir al más alto nivel», advirtió por su parte Nadal, que no obstante es consciente de que la carrera de un deportista es corta.
Por eso, el español ideó la academia como un proyecto de futuro y un refugio al que poder regresar, cerca de su casa y de su familia, que hoy le acompañó en la inauguración junto a otras personalidades.
El presidente de la Federación Internacional de Tenis, David Haggerty; su homólogo en la ATP, Chris Kermode; la jefa del Gobierno de las Islas Baleares, Francina Armengol, o el directivo José María Álvarez-Pallete, máximo ejecutivo de la empresa que patrocina la academia, Teléfonica, también estuvieron en la puesta en marcha del proyecto.
El centro, que se extiende sobre 24 mil metros cuadrados, contiene 26 canchas de tenis, un gimnasio, dos piscinas, un campo de futbol y varias pistas de pádel, además de una residencia para los alumnos.
El recinto será sede también de la fundación del jugador español y de un museo deportivo que se nutrirá de donaciones.