La risa es un mecanismo de supervivencia que nos permite superar las frustraciones que provoca la confrontación diaria con la realidad, asegura Andrea Christiansen.
«El payaso es un personaje que ocupa un lugar privilegiado en el imaginario de todos los mexicanos y constantemente se rebela contra las reglas establecidas al defender la libertad y el derecho a soñar», agregó Christiansen, creadora del Festival Internacional de la Risa, que se realizará en el Centro Cultural del Bosque del 23 de noviembre al 4 de diciembre.
No es casual que en 2011 la Organización Mundial de la Salud declarara doctores honoris causa a todos los payasos del mundo, para poner de relieve la importancia del humor como factor para la armonía de los individuos con su entorno. De ahí la posibilidad de sanación que brindan esos personajes.
Andrea Christiansen, Pimpolina, quien reside en México desde 1978, explicó que este proyecto surgió con el objetivo de generar un espacio de convivencia y de sanación colectiva a través del humor. Está convencida de la importante tarea que tienen los artistas de responder a la necesidad que vive nuestra sociedad de sanar por medio del arte y la cultura.
«El Festival Internacional de la Risa busca incentivar el desarrollo y el gozo de este arte tan arraigado en la tradición del pueblo mexicano, para contribuir así a la creación y al crecimiento de nuevos públicos.»
Por eso, para estos días que se antojan aciagos en parte debido a desgobiernos propios y ajenos, la risa es remedio infalible.
Una decena de doctores más dos ilusionistas –pues, como dice Pimpolina, la risa y la ilusión tienen algo que se complementa– integran el elenco de los remedios que incluirá a una invitada especial, Gardi Hutter, proveniente de Suiza.
Además de Hutter, participarán Aziz Gual, Gerson Martínez, Jesús Díaz, La Gran Pompa, Malcolm Méndez, Perico el Payaso Loco, Rulo Clown y Yap, y los ilusionistas Chen Kai y el Mago de la Media Barba.