La mosca de la fruta es uno de los insectos más estudiados por la ciencia gracias a su semejanza con los seres humanos, así como por su evolución y comportamiento que permite detectar factores que pudieran afectar a las poblaciones, señaló la investigadora Patricia Ramos.
“La mosca de la fruta quizá es uno de los organismos más estudiados desde 1905, ya que entre otras cosas ayuda a detectar factores ambientales negativos como la contaminación o cómo los procesos químicos en los alimentos se reflejan en enfermedades”.
Durante una charla para jóvenes en el Museo de las Ciencias, Universum, la catedrática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que la mosca y el ser humano comparten más del 60 por ciento de los genes y de ese 60 por ciento cerca de un 70 por ciento están asociados con enfermedades.
Asimismo, expuso que este insecto tiene un ciclo de vida de diez días y que una hembra puede poner hasta 500 huevos en una semana, situación que favorece a la investigación.
“Eso implica que al año puedo tener 36.5 generaciones de moscas, mientras que para estudiar ese mismo número de generaciones en humanos tendríamos que esperar 720 años. La mosca te puede dar mucha información en un año, por ejemplo, de qué manera nos puede afectar un contaminante, son un regalo de la naturaleza».
En entrevista con Notimex, dijo que su charla, la cual forma parte del Mes de la Evolución en el Universum, busca concientizar a los jóvenes de que las moscas no son insectos desagradables, sino amigables con el medio ambiente.
«También podemos ver en ellas lo que es una mutación, un mutante no es ni bueno ni malo, simplemente es una variante. El color de la piel, los ojos y el cabello son variantes, así como las alas largas o cortas de las moscas, ellas nos ayudan a entender cómo se heredan estas características».
Por otro lado, la catedrática de la Facultad de Ciencias reconoció que las moscas son portadoras de bacterias porque “en el ambiente hay bacterias, no es la mosca es el ambiente, lo qué hay que hacer es limpiar el ambiente».
Dijo que las moscas pueden depositar huevos en la fruta “todos nos hemos encontrado con una larvita cuando abrimos un delicioso mango y decimos ´fuchi´ y lo tiramos y es un desperdicio porque si a la larva le estaba gustando es porque era muy buen mango», detalló seguido de risas.
Apuntó que los seres humanos ingieren bacterias de manera constante en todos los ambientes y alimentos, no obstante, advirtió que el motivo de las infecciones o enfermedades es porque se consumen en una gran cantidad.
«Qué hay que hacer, pues proteger la comida de la mosca negra, que no es la misma que la de la fruta, la negra puede posarse en heces fecales y después en la comida, entonces tapen la comida, así de fácil», subrayó.