Su consumo conduce a la acumulación excesiva de desechos en la sangre y al aumento de peso.
Los problemas de las artículaciones está relacionada con la vejez, aunque también puede ocurrir en edades jóvenes por algún traumatismo o deterioro prematuro. Existen alimentos que pueden activar la respuesta inflamatoria del organismo y repercutir en la salud de las articulaciones, es por eso que es conveniente minimizar su consumo, ya que su consumo aumenta el nivel de inflamación, reduce la absorción de los nutrientes e impide su recuperación.
Además aumentan el peso y conducen a la acumulación excesiva de desechos en la sangre, lo que puede provocar, entre otras cosas, enfermedades más graves.
A continuación te presentamos algunos de estos alimentos, que según el sitio mejorconsalud.com, es conveniente evitarlos para controlar este problema.
Carnes
Las carnes procesadas y rojas contienen sustancias químicas perjudiciales que pueden aumentar el nivel de inflamación en el organismo. Los nitritos y purinas se van quedando retenidos en el organismo y, a largo plazo, conducen al desarrollo de dolor y rigidez en las articulaciones.
Leche
La leche y sus derivados lácteos han sido relacionados con la tendencia de padecer dolor articular desde edades jóvenes. Este alimento contiene altos niveles de una proteína llamada caseína, cuya presencia en el cuerpo aumenta la inflamación. Esta sustancia irrita los tejidos que protegen la articulación y, de hecho, en cantidades excesivas puede causarles un fuerte deterioro.
Sal
La ingesta excesiva de sal de mesa está vinculada con el desarrollo de una amplia variedad de enfermedades crónicas que afectan la calidad de vida. Este producto altera el equilibrio de los líquidos corporales y, a su vez, aumenta el riesgo de trastornos cardiovasculares e inflamatorios.
Si bien el organismo requiere una pequeña cantidad para funcionar en óptimo estado, solemos consumir hasta 10 veces más de lo necesario.
Aceite de maíz
El aceite de maíz es rico en ácidos grasos que desencadenan en el cuerpo la producción de químicos inflamatorios. Sus altos niveles de calorías disminuyen la calidad de las articulaciones y agravan la situación de las patologías inflamatorias.
Pese a que está comprobado que los huevos son saludables y le proporcionan una cantidad importante de proteínas al cuerpo, su consumo habitual está desaconsejado para aquellos con problemas en sus articulaciones.
Al ser de origen animal, cuentan con una cantidad significativa de ácido araquidónico, una sustancia presente en la yema que, al parecer, incrementa la respuesta inflamatoria.
Granos refinados y harinas
Los granos refinados y las harinas son potentes agentes inflamatorios que pueden inducir al deterioro y dolor en las articulaciones.
Cuentan con un índice glucémico alto que, al dificultar el metabolismo, desencadena la producción de las sustancias que aumentan la sensación de dolor.
Además, su ingesta diaria y excesiva podría tener una relación con la aparición de la inflamación crónica y enfermedades autoinmunitarias.
Por otra parte, dado que son de calorías vacías, contribuyen al sobrepeso, las enfermedades coronarias y la diabetes.
Además, es conveniente incrementar la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes y ácidos grasos omega 3, los cuales ejercen un efecto antiinflamatorio.
