Real Madrid despidió 2016 en una sesión de puerta abierta. Más de 5 mil socios presenciaron el entrenamiento del Real Madrid de este viernes en el estadio Alfredo Di Stéfano de la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
Casi un año después de que Zinedine Zidane dirigiera en el mismo escenario su primera sesión al frente del equipo ante 6 mil aficionados, Real Madrid llevó a cabo su último entrenamiento del año que termina en un ambiente diametralmente opuesto a aquella mañana del 5 de enero pasado.
Entonces se percibía tensión y nerviosismo en torno a un equipo al borde del naufragio; hoy impera la ilusión y confianza en los hombres de Zidane, que recientemente se coronaron campeones en el Mundial de Clubes, marchan líderes de la Liga con tres puntos de ventaja y un partido menos, siguen vivos en Copa y Champions y han logrado permanecer invictos durante 37 partidos, la mejor racha en la historia del Real Madrid.
La llegada del ‘héroe de la Novena’ a la dirección técnica merengue había dado algo de esperanza a la afición, que cansada ya de la irregularidad y el juego poco convincente del predecesor del francés, Rafa Benítez, agradecía el cambio.
Sin embargo, la falta de experiencia de Zizou en la élite hacía dudar a un gran sector del madridismo y temer un fracaso de un ídolo de la casa al resto.
El éxito cosechado desde entonces, título de Champions League incluido, ha cimentado la fe en Zidane entre los aficionados y fortalecido a la institución. Lo que antes era un tenso silencio se ha convertido en alegría. El francés ha dejado de ser la novedad y por ende, el protagonista de la sesión anual a puerta abierta.
El agua ha vuelto a su cauce y la atención estuvo puesta en los jugadores, empezando por la gran estrella del equipo merengue. Cristiano Ronaldo, quien se llevó una sonora ovación en cuanto pisó el terreno de juego. También le celebraron con entusiasmo los goles durante el interescuadras.
En lo deportivo, Pepe y Fabio Coentrao volvieron a entrenar con el grupo luego de mantenerse al margen durante la semana mientras el capitán Sergio Ramos, quien acarrea molestias por una sobrecarga muscular desde hace tres semanas, realizó carrera continua durante la primera media hora antes de regresar al gimnasio, donde ha permanecido desde que el equipo volvió al trabajo.
En principio, los tres deberían estar disponibles para enfrentar al Sevilla el próximo miércoles en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey.
Lucas Vázquez, Mateo Kovacic y Gareth Bale continúan con los procesos de recuperación de sus respectivas lesiones.