En el marco del Día Internacional de la Mujer, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) destacó la necesidad de empoderar a las mujeres para disminuir sus tasas de pobreza y obesidad, y avanzar hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Claudia Brito, oficial de Género de la FAO, destacó que para alcanzar esta meta, todos los países deben incorporar el enfoque de igualdad de género en sus políticas públicas, garantizar su efectiva implementación y convertirlo en un tema del más alto nivel político.
Al respecto, el organismo de la ONU dio a conocer que a pesar de que la pobreza general de la región ha disminuido, la pobreza de las mujeres, ha aumentado: según el índice de feminidad de la pobreza, por cada 100 hombres indigentes en América Latina y el Caribe hay 121 mujeres indigentes.
En América Latina el 40 por ciento de las mujeres rurales mayores de 15 años no tiene ingresos propios, aunque trabaja a diario de forma no remunerada. Además, las mujeres rurales de la región sólo poseen una fracción de la tierra, el crédito, los insumos productivos y la educación en comparación a los hombres.
En lo que respecta al acceso de las mujeres a la tierra y otras formas de propiedad, la FAO subrayó que un estudio de seis países dio como resultado que el porcentaje de propietarias mujeres es mayor en México (32.2 por ciento) y en Paraguay (29.7 por ciento), y sólo el 20 por ciento en Nicaragua y el 14 por ciento en Honduras.
En América Latina y El Caribe, la población rural asciende a cerca de 121 millones de personas, quienes representan aproximadamente el 20 por ciento de la población total. De ellas, el 48 por ciento son mujeres, un total de 59 millones.
Aunque representan el 20 por ciento de la mano de obra agrícola en América Latina y el Caribe, las mujeres enfrentan una serie de inequidades que afectan tanto su desarrollo económico como su seguridad alimentaria.
Los censos agrícolas indican que en la región las mujeres a cargo de una explotación agrícola (mayoritariamente granjas para cultivo) van del 8 por ciento en Belice y Guatemala a no más de un 30 por ciento en Chile, Jamaica y Saint Lucia.