Luis Eduardo Servín Garcidueñas, docente de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) unidad Morelia de la UNAM, fue nombrado Joven Embajador de la Asociación Americana de Microbiología (ASM por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la máxima casa de estudios, el universitario, quien analiza la diversidad de microorganismos extremófilos que habitan en ambientes termales del Eje Volcánico Transversal de México, informó que se integrará a una red de 61 jóvenes embajadores de otras naciones, apasionados por el avance de las ciencias microbiológicas.
La Asociación Americana de Microbiología es una organización conformada por científicos que estudian virus, bacterias, arqueas, hongos, algas y eucariotas microscópicos.
“Está compuesta por más de 50 mil científicos y profesionales de la salud; más de un tercio de ellos reside fuera de Estados Unidos”. La misión de la ASM es promover el avance y difusión de los estudios microbiológicos, y se ha convertido en la organización profesional de ciencias de la vida más grande y antigua del mundo, detalló Servín Garcidueñas.
Dentro del programa de Jóvenes Embajadores, el científico universitario promoverá la creación de redes y la colaboración nacional y global de microbiólogos. Además, tiene contemplado participar en la organización de reuniones y simposios nacionales que permitan congregar a investigadores mexicanos interesados en el estudio de los microorganismos.
Su propósito en esta nueva tarea es generar espacios científicos para presentar, intercambiar y discutir ideas y proyectos de la comunidad científica nacional. También llevará a cabo actividades de difusión de los programas y actividades de la ASM en México, y fomentará la misión de la Asociación de compartir conocimiento para el avance de la ciencia y la mejora del mundo que compartimos con los microbios.
Pero la mayor motivación de Servín Garcidueñas es involucrar a otros jóvenes y generar en ellos el interés por las investigaciones microbiológicas.
Sobre su trabajo, explicó que las comunidades microbianas tienen un papel fundamental en los ciclos biogeoquímicos de los ecosistemas, y también realizan variadas funciones esenciales en el organismo humano, pues tienen un efecto en los estados de salud. “Existe gran desconocimiento sobre la diversidad microbiana que habita en la naturaleza, y hasta en nuestros propios cuerpos”, remarcó.
Una enorme cantidad de microorganismos permanece desconocida para la ciencia. Algunas investigaciones han revelado que alrededor del 99 por ciento de la diversidad microbiana que reside en un ambiente en particular no se puede cultivar con técnicas tradicionales en el laboratorio, indicó.
El licenciado en Ciencias Genómicas y doctor en Ciencias Biomédicas por la UNAM investiga la diversidad de microorganismos en ambientes volcánicos de México, así como los genes que les confieren resistencia en condiciones ambientales extremas. En particular, se ha enfocado en los que habitan en el campo geotérmico Los Azufres, en Michoacán.
Junto con sus colaboradores, el joven científico ha estudiado el material genético de virus y microorganismos nunca antes descritos, o que han sido pobremente caracterizados. Sus estudios han revelado la presencia de bacterias, arqueas y microalgas que son capaces de habitar en sitios volcánicos que presentan acidez extrema, temperaturas elevadas y concentraciones tóxicas de metales; a estos microbios se les conoce como microorganismos extremófilos.
Servín Garcidueñas comentó que utiliza técnicas de metagenómica para tratar de revertir el desconocimiento que hay en este ámbito. “La metagenómica contempla una serie de métodos independientes del cultivo que permite, en teoría, tener acceso al ADN de los microorganismos cultivables y no cultivables de un ambiente específico; con ello es posible determinar su composición, estructura y metabolismo potencial”.