Con la limpieza y conservación de los murales “El mundo mágico de los mayas”, de Leonora Carrington, y “Mapa de Mesoamérica”, de Ernesto Vázquez y Luis Covarrubias, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) inicia el Proyecto de restauración de la obra moderna y contemporánea del Museo Nacional de Antropología, colección que actualmente suma 105 murales de gran formato, de los cuales 17 fueron recién descubiertos en las bodegas de dicho museo.
“Iniciamos el registro de las obras en 2014, el año pasado terminamos el registro de las obras en exhibición y contabilizamos un total de 105, de esas calculamos que hay 17 que requieren una intervención mayor. Las 105 obras no todas están expuestas y las que hemos encontrado en las bodegas, hasta ahora, son 17 pero aún trabajamos en la limpieza de bodegas”, dijo Gilda Salgado, restauradora del INAH.
Dos de los murales que requerían una intervención con mayor urgencia, añadió la especialista, eran El mundo mágico de los mayas, de Leonora Carrington y Mapa de Mesoamérica, de Ernesto Vázquez y Luis Covarrubias, sin embargo, este año también trabajarán en la restauración de un cuadro de Ricardo Martínez, dos pinturas de Iker Larrauri y una de Regina Raúl.
Sobre Mapa de Mesoamérica, detalló que es una pieza importante dentro del discurso del museo porque representa todo el bagaje de cada cultura prehispánica en el territorio nacional y parte de Centroamérica, por ello, muchos de los guías toman el mural como pieza introductoria para que los visitantes tengan una idea de las culturas que apreciarán en las salas.
“Esta pieza era la que tenía uno de los mayores deterioros, en el borde inferior, en unos 40 o 50 centímetros tenía manchas blancas producto de la limpieza del museo, específicamente del material de pulimento de los pisos de mármol. Hace 8 años apenas se cambió la forma de limpiar el mármol, aunque el deterioro ya estaba hecho”, precisó Gilda Salgado.
Antes, dijo, la limpieza del piso se hacía con ácido oxálico y cera, materiales que dañaron la base del mural hecha con triplay de madera entelado con una base de preparación muy delgada que encima contiene el mural hecho con una técnica de acrílico.
“Detectamos deterioro en la capa pictórica y en algunas partes, (los químicos) atacaron la base de preparación y el soporte de tela, por eso fue complicada su restauración. En algunos tramos sí hubo pérdida de color pero aplicamos una microemulsión que nos ayudara a hacer la limpieza, neutralizar esa zona y evitar más daños”, expresó la investigadora quien trabajó en este proyecto con financiamiento de la Fundación America Express.
Gilda Salgado, restauradora del INAH, señaló que el mural El mundo mágico de los mayas, de Leonora Carrington, fue sometido a una restauración de belleza estética, ya que no presentaba daños mayores.
“Después de hacer el registro de la obra, hicimos una limpieza superficial por aspiración con brochas de pelo suave e hicimos unas pruebas de limpieza. A excepción del perímetro que estaba dañado, el resto de la obra está en perfectas colecciones”, destacó.
Otro trabajo de conservación que realizó la especialista, fue remediar las malas intervenciones con pintura que se le aplicaron al mural en los años 80 del siglo pasado cuando fue prestado a Museo de Regional de Tapachula, Chiapas. “Estuvo ahí varios años y a su regreso ya tenía esas (malas) intervenciones de color y textura”.
Por último señaló que este mural se prestará en 2018 al Museo de Arte Moderno para una magna exposición sobre Leonora Carrington y que en sus registros de archivo, encontraron que la obra tiene otros tres títulos: Religión y magia de las tierras altas, El mundo mágico de tzotziles y tzetzales, y Mito y religión de los mayas de las tierras altas.