Una estrella que está a 10 años luz podría darnos una idea de cómo fueron los orígenes de nuestro propio Sistema Solar. Se llama Epsilon Eridani, se parece a nuestro Sol cuando era mucho más joven y contiene cinturones de escombros, que son la marca distintiva de las formaciones de sistemas planetarios.
Un nuevo estudio da cuenta de esto, a cargo de la Universidad de Iowa, en EEUU y publicado por The Astronomical Journal. Observando el disco de escombros alrededor de la estrella, los científicos encontraron que la estrella tiene estructuras internas y externas separadas, similares al cinturón de asteroides entre la Tierra y Marte, y al cinturón de Kuiper que está detrás de Neptuno, también en nuestro sistema.
“Esta estrella alberga a un sistema planetario que ahora pasa por los mismos procesos cataclísmicos que ocurrieron en el Sistema Solar cuando era joven, cuando se formaron la mayoría de los cráteres en la Luna, la Tierra vio el nacimiento de agua en sus océanos y las condiciones fueron favorables para que se creara vida en el planeta”, señaló el coautor del estudio, Massimo Marengo.
Este período se conoce como el bombardeo intenso tardío (LHB/Late Heavy Bombardment), que es cuando los cometas del Cinturón de Kuiper fueron enviados a volar hacia adentro –se cree que lo mismo ocurrió en la nube de Oort. Es posible que esto haya ocurrido entre 4,1 y 3,8 mil millones de años atrás en nuestro sistema solar, que tiene unos 4,6 mil millones de años.
Hoy podemos ver evidencia de este período en la era de los cráteres de la Luna y en otros cuerpos. Las muestras de las misiones Apollo mostraron que muchos cráteres lunares dieron señales de surgir en aquel tiempo. Las migraciones de los planetas Júpiter y Saturno hacia diferentes órbitas pudieron haber causado este evento, empujando a Neptuno más allá y enviando a los cometas hacia adentro, publica Jonathan O’Callaghan para IFLScience.
No está claro cuál es el proceso que está tomando lugar alrededor de Epsilon Eridani, pero se sabe que ahí hay un planeta de masa similar a Júpiter, llamado Epsilon Eridani b. El cuerpo está al borde de un cinturón de asteroides, más o menos en la misma posición que el nuestro. Un segundo cinturón de asteroides también está en una posición similar que la órbita de Urano en nuestro sistema.
“Las similitudes de la estructura del sistema Epsilon Eridani con el nuestro son notables, solo que ese es mucho más joven que este”, dice la NASA en un comunicado.
Estos descubrimientos fueron hechos con el Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA) de la NASA, que es un avión equipado con un telescopio, que vuela a unos 13.700 metros de altura para observar el universo.
“Ahora podemos decir con mucha confianza que hay una separación entre los cinturones interior y exterior de la estrella”, dice Marengo. “Existe un margen de espacio que debe haber sido creado por planetas. Aún no los hemos detectado, pero me sorprendería que ahí no hubiese nada”, agrega el astrónomo.