Entre uno y dos millones de personas, según las autoridades, se manifestaron ayer en Madrid para reivindicar los derechos del colectivo de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales (LGTBI) en todo el mundo.
Según los organizadores, que cifraron en más de dos millones los asistentes, la celebración central del Orgullo se convirtió en la marcha más multitudinaria de la historia en este tipo de reivindicaciones.
Precisamente, con una vocación mundial, los organizadores lanzaron al mundo un claro mensaje con la pancarta que presidió la marcha: “Por los derechos LGTBI en todo el mundo”, decía, tanto en español como en inglés.
Tras la pancarta, figuraron representantes de organizaciones, movimientos sociales y partidos políticos de todo signo (incluyendo al gobernante Partido Popular, de carácter conservador), convirtiendo la reivindicación del Orgullo en una muestra de transversalidad social y política.
Otras pancartas escritas en diferentes idiomas seguían a la cabecera para exigir que todos los países legislen hasta alcanzar la plena igualdad entre personas LGTBI y el resto de la sociedad.
En la actualidad todavía hay 72 países que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo y en muchos lugares, aunque no son perseguidos por la ley, son rechazados socialmente, discriminados o acosados.
Tras las pancartas y la delegación social y política, hasta 52 carrozas desfilaron para combinar el mensaje de igualdad y respeto al colectivo LGTBI con el ambiente festivo del “World Pride”, que el próximo año se celebrará en Nueva York.
A bordo de las carrozas, patrocinadas por organizaciones sociales y por empresas privadas, había artistas y famosos que bailaban al ritmo de la música y eran secundados por los participantes, entre los que había varias batucadas y comparsas.
Algunos seguían el recorrido mientras otros se ubicaban masivamente en los laterales, jalonado de numerosas banderas arcoiris, símbolo de la comunidad homosexual, pero también de pelucas, plumas y globos que daban colorido a la marcha.
Para garantizar la celebración de la fiesta, las autoridades desplegaron un importante dispositivo de seguridad, con 3 mil 500 policías, sanitarios y personal de emergencias. Entre otras medidas, se interpusieron vehículos y otros obstáculos voluminosos en las calles adyacentes al recorrido para evitar posibles atentados.