La sonda china “Chang E 3” aterrizó ayer en el cráter lunar Sinus Iridum, lo que convierte al país asiático en el tercero en lograr un aterrizaje controlado en la Luna. El alunizaje fue transmitido durante 12 minutos en vivo por varios canales de la televisión estatal en China, y se pudo observar al aparato descender describiendo una parábola hasta que se situó a unos 100 metros de la superficie del satélite, momento en el que planeó suavemente hasta posarse, sin apenas levantar polvo lunar.
Alimentado mediante paneles solares y equipado con seis ruedas, un brazo mecánico y tres pares de cámaras, el “Conejo de Jade” (sobrenombre de la sonda) es capaz de excavar y de sondear mediante radar a profundidades de hasta cien metros. También dispone de un generador termoeléctrico de radioisótopos, alimentado por plutonio, que le permitirá regular su temperatura y resistir las frías noches lunares, en las que la Luna puede alcanzar temperaturas de hasta 180 grados bajo cero.