Con los trabajos de salvamento en los dos túneles de la Pirámide del Sol y el Templo de Quetzalcóatl, el inframundo de Teotihuacán, se han encontrado 200 mil objetos, los cuales están en estudio y cuando se tengan conclusiones se darán a conocer, dice Alejandro Sarabia, director de la zona arqueológica.
Tras la conferencia de prensa en el auditorio Eduardo Matos Moctezuma del Templo Mayor, donde se presentó la exposición Teotihuacan: City of Water, City of Fire que se exhibirá en el Museo de Young en San Francisco, California, a partir del 30 de septiembre, Alejandro Sarabia dijo que estas piezas descubiertas “son parte de esa tradición cultural de casi tres mil años de los pueblos prehispánicos a los dioses, desde los olmecas, pasando por los teotihuacanos, y que llega a los mexicas”.
En Teotihuacán, añade, “se han encontrado vestigios mexicas porque son testimonio de las ocupaciones después del siglo XII DC.”. Lo anterior, explica Sarabia, es parte de los resultados de las exploraciones, que hasta la fecha son pocas, y nos falta mucho por saber de esta cultura originaria”.
Recordó que hasta ahora “no tenemos el nombre original de la ciudad, no tenemos los grupos étnicos (que la habitaron), no sabemos la lengua que hablaban, el sistema numérico, el de escritura, pero hay investigaciones en proceso, que son siete y son llevadas a cabo por el INAH, la UNAM, las universidades de Arizona y Harvard, entre otras instituciones”.
El 30 de septiembre se inaugura en el Museo de Young, en San Francisco, la exposición Teotihuacan: City of Water, City of Fire, conformada por 250 piezas, y entre éstas las que fueron halladas recientemente, además de nuevos datos sobre cómo era esa ciudad prehispánica, señaló el curador de la muestra, Matthew Robb.
Explicó que desde hace más de 20 años no se realizaba una muestra sobre esta cultura prehispánica en California. “La exposición es muy ambiciosa porque no sólo trae algunas peizas recién descubiertas en las pirámides del Sol y la Luna, así como en el Templo de Quetzalcóatl. Además se mostrarán las esculturas más grandes del dios del fuego, Huehuetéotl, un símbolo del poder, y del dios de la lluvia, Tláloc.
Matthew Robb explicó que los datos nuevos sobre la ciudad son acerca de las pirámides y los espacios urbanos para mostrar los sistemas de gobierno. “Mientras que las ofrendas que se van a exhibir contienen cerámica y animales, muy similares a las que hacían la cultura olmeca y mexica”.
Lo que se busca, añade el curador, es describir la complejidad de una urbe que contaba con barrios como La Ventilla; espacios residenciales de élite, caso del Conjunto Quetzalpapálotl ubicado al suroeste de la Plaza de la Pirámide de la Luna; y una vía, la Calzada de los Muertos, sobre la que estaban distribuidos los templos sagrados y partían los cuadrantes de la ciudad hacia los cuatro rumbos del cosmos. La exposición cierra el 11 de febrero de 2018 y se exhibirá en otra ciudad del suroeste de EU y, está por concretarse su presentación en Tijuana
En su oportunidad, el director general del INAH, Diego Prieto, señaló que, “la exposición celebra los logros de la arqueología mexicana en el pasado y en el presente”, especialmente los objetos descubiertos en excavaciones recientes de la Pirámide de la Luna, la cúspide de la Pirámide del Sol y el subsuelo de La Ciudadela.
Por ejemplo, añadió, hay piezas que integraban ofrendas dispuestas en el túnel del Templo de la Serpiente Emplumada, cuya excavación dirigió el arqueólogo Sergio Gómez Chávez. Proyecto del que se recuperaron más de 50 mil objetos y del que los visitantes del Museo de Young podrán admirar algunos que integraban la Ofrenda 48, como esculturas antropomorfas de piedra verde, grandes caracoles y cuentas de diversos materiales.
Finalmente, José Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones del INAH, celebró la colaboración entre esta institución, el LACMA y el Museo de Young de San Francisco, la cual en 2018 y 2019, respectivamente, permitirá traer a México dos magnas exposiciones dedicadas al arte en el budismo y a los rituales de la muerte en el antiguo Egipto, vinculados a Osiris.
Recordó que fue en 1993 cuando el Museo de Young acogió la exposición Teotihuacan: arte de la Ciudad de los Dioses. Más de dos décadas después, se ha desarrollado una exhaustiva investigación arqueológica en el sitio, cuyos hallazgos más importantes podrán ser apreciados en esta nueva muestra que probablemente viajará a un recinto en México.