De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los 14 millones de casos de cáncer detectados en 2012 podrían aumentar 70 por ciento en las próximas dos décadas.
Este panorama obliga a la búsqueda de mejores tratamientos, como un fármaco que ha sido sintetizado en la Facultad de Química de la UNAM y que será probado en humanos en las próximas semanas.
La sustancia es un derivado de las casiopeínas, compuestos provenientes del cobre a los que la doctora Lena Ruíz Azuara, adscrita al departamento de Química Inorgánica y Nuclear, ha dedicado 20 años de investigación científica.
En pruebas de laboratorio, el fármaco demostró eficacia contra células para cáncer cervicouterino, de mama, colon, pulmón, leucemias y tumores neurológicos.
Una de sus ventajas es que fue diseñado para atacar específicamente los tumores, lo que minimiza significativamente las afectaciones a las células sanas, afirma la investigadora.
El fármaco será sometido a la fase clínica 1 para el desarrollo de nuevos medicamentos de acuerdo con los lineamientos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS). El protocolo de pruebas de la fase clínica 1 ya está aprobado y se llevará a cabo en pacientes terminales de cáncer.
Durante estas pruebas se validará su actividad y toxicidad en humanos, así como el tiempo que le toma entrar y salir del organismo.
La doctora Ruíz Azuara confía plenamente en que su fármaco aprobará la fase clínica 1; el reto será superar la fase 3, cuando se compare su efectividad con la de un medicamento comercial.
Pero tiene esperanza pues, de acuerdo con sus pruebas, la sustancia desarrollada en la UNAM reduce 60 por ciento más el tamaño de los tumores si se le compara con el cisplatino, uno de los medicamentos más usados actualmente en quimioterapias.
Esta es la primera vez que una molécula desarrollada en una universidad mexicana llega a la fase clínica 1, por ello la COFEPRIS creó la Subcomisión de Nuevas Moléculas en Desarrollo.
El nuevo fármaco representa un gran paso para la Máxima Casa de Estudios del país, con el cual se espera despertar el interés de la industria biofarmacéutica que busca terapias innovadoras y competitivas.
Por ello la doctora Ruíz Azuara, a través de la UNAM, ha patentado los resultados de la investigación obtenidos hasta ahora. Ya se cuenta con la patente de la molécula y del proceso para generar el fármaco, tanto en México como en otros países; además, está en trámite una nueva solicitud de patente sobre la formulación que se está desarrollando en colaboración con el Instituto de Química de la UNAM, y que se utilizará en la fase clínica.