Gracias al uso del radiotelescopio más grande y poderoso del planeta, que se localiza en la cima del volcán Sierra Negra, en Puebla, un equipo internacional de científicos, encabezado por el mexicano Jorge Zavala, detectó una galaxia en el extremo más lejano del Universo que se conoce hasta ahora y que podría ser la segunda galaxia más lejana del planeta Tierra.
La información fue dada a conocer en un artículo publicado el miércoles por la revista Nature Astronomy. El reporte da cuenta del hallazgo de este objeto lleno de polvo y que aún está formando estrellas, el cual pudo haberse formado cuando el Universo tenía mil millones de años, después del Big Bang.
El artículo es resultado de las observaciones realizadas por el Gran Telescopio Milimétrico (GTM), que es una de las mayores piezas de infraestructura científica con las que cuenta México. Es importante precisar que el GTM no es un telescopio óptico como los que se conocen comúnmente pues no detecta luz visible; éste es un equipo que detecta radiación que viene del espacio profundo y la traduce a imágenes medibles y comprensibles. Este instrumento de frontera es operado de manera conjunta por el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y la Universidad de Massachusetts en Amherst.
En 1993, el entonces secretario de Educación Pública, Ernesto Zedillo, aprobó el proyecto para construir en la cima del volcán Sierra Negra, en Puebla, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM). Este poderoso instrumento de acero y concreto, que pesa más de 3 mil 200 toneladas es el único equipo capaz de localizar un balón de futbol en cualquier punto del planeta Marte o, más importante, es el radiotelescopio más poderoso que permite mirar hasta la orilla del Universo.
Antes de este reporte publicado en Nature Astronomy existía información sobre la posible existencia de esta galaxia gracias a información que había sido captada por astrónomos del Reino Unido utilizando el telescopio espacial Herschel. La información fue proporcionada a los científicos del GTM, quienes confirmaron la existencia de este objeto lejano, el cual fue bautizado con el nombre de G09 83808.