Por. Ernesto Valenzuela
Todo pareciera indicar que la nueva forma de distribuir contenidos es la realidad virtual. El arte mismo, en su búsqueda insaciable de nuevas formas para contar historias, es pionero en reaccionar ante esta novedad. En el mundo de la música, el audio 3D (el audio para la realidad virtual) ha causado mucha inquietud en los últimos años. ¿Por qué querría un artista ser capaz de colocar audios en un espacio virtual alrededor de la persona que está escuchando su música? La respuesta a esta pregunta podría parecer sencilla: Porque así sonaría ‘más real’, así es como escuchamos. ¿Será esto lo que en verdad la audiencia quiere escuchar?
En los últimos 20 años, la música atravesó innumerables cambios, desde su forma, hasta su producción y su sonorización. Todos estos cambios son, en su gran mayoría, atribuidos a los cambios en la tecnología de reproducción y creación de esta. Escuchar una canción de los 70s junto a una canción actual es un ejercicio bastante interesante que demuestra en qué consiste la música de hoy: los músicos ya utilizan sonidos mucho más allá de la naturaleza humana y se busca que esta suene de la manera menos ‘real’ posible. Esta ficción se exagera en nombre de la evolución del arte y por eso hoy, la realidad virtual es una herramienta más para este nuevo proceso.
Parecería una coincidencia el hecho de que la realidad virtual se haya convertido en una tecnología viable al mismo tiempo en el que la música finalmente alcanzo sus límites auditivos. La realidad virtual propone expandir los alcances sonoros de lo que conocemos hoy por hoy y no solamente proponer un sonido que asemeje la realidad, también que la música se expanda para proyectar inquietantes escenarios que en el mundo real serían, simplemente, imposibles.
Para escuchar un video con audio para realidad virtual (audio 360) sigue el siguiente link https://www.youtube.com/watch?v=_k7WuHPQeYw
(Por el momento el audio 360 es únicamente compatible con el explorador Google Chrome en una computadora o en un Smartphone Android).