“Llueve mucho, no te olvides el…”. Si has leído “paraguas”, significa que tu cerebro ha puesto en marcha un mecanismo de predicción por el que ha sido capaz de anticipar palabras sin necesidad de leerlas. Este fenómeno se había asociado con la capacidad humana de elaborar mentalmente las diferentes frases que escucha o lee.
Según esta teoría, mientras las personas leen o escuchan, además de estimular las áreas cerebrales implicadas en la compresión y decodificación de la información, se pone en marcha la red relacionada con la producción del lenguaje.
Esta red es un complejo sistema compuesto por diferentes partes del cerebro que se activa cuando un emisor desea elaborar un mensaje. El proceso abarca desde la selección mental de las palabras, los sonidos y los fonemas, hasta la pronunciación.Sin embargo, esta hipótesis no había sido probada todavía. El Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de San Sebastián ha sido el encargado de llevar a cabo el primer estudio al respecto, publicado en Scientific Reports.
El trabajo ha demostrado de forma empírica la relación entre la habilidad del cerebro para predecir las palabras y la activación de las áreas implicadas en la producción del lenguaje. Los resultados confirman la importancia de la predicción para facilitar la fluidez en las conversaciones.
Este experimento es el primero que aporta datos concretos para apoyar la teoría de la predicción y el vínculo entre la anticipación de palabras y la producción del lenguaje.
Este trabajo pone de manifiesto la necesidad de tratar el lenguaje como una unidad global que integre de manera conjunta la compresión y producción. «Hasta ahora, muchos investigadores las han explorado de manera independiente, como procesos distintos y separados», apunta Martín.
Las nuevas conclusiones sugieren el diseño de mecanismos más efectivos para manejar afecciones relacionadas con el lenguaje teniendo en cuenta que no se trata de trastornos aislados.