La calidad del sueño se traduce en calidad de vida. Dormir bien favorece la regeneración de las células, la buena memoria, el crecimiento y la longevidad, además de tener efectos positivos en el humor, la productividad y el bienestar psicológico y físico.
Aquí te ofrecemos algunos consejos sobre cómo pasar noches de sueño increíbles y días llenos de energía.
1. Crear una atmósfera relajante. El dormitorio es el «santuario» de cada hogar, el lugar en el cual iniciamos nuestros días y también donde nos refugiamos al final de una larga jornada para descansar y recargar las baterías.
Escoger una decoración minimalista, colores que den sensaciones positivas o cortinas ligeras que puedan filtrar la luz, son algunos de los secretos para que el dormitorio sea cómodo y acogedor.
Para crear un ambiente aún más relajante, es aconsejable utilizar esencias suaves en la habitación. Las plantas aromáticas, como la lavanda, la albahaca o la manzanilla tienen, de hecho, un efecto calmante en el organismo y ayudan a conciliar el sueño.
2. Dormir en una habitación fresca y aireada. Una temperatura ambiente baja (en torno a los 18°C) y el cuerpo cálido, son la combinación perfecta para irse a dormir.
3. Eliminar los ruidos y la luz. Una habitación completamente insonorizada y oscura es el lugar ideal para dormir. También se puede recurrir a la música relajante o a una lámpara que emita una luz tenue, si es que todavía no se ha superado la fobia a la oscuridad que arrastramos desde niños.