La pretención mexicana de llegar al torneo beisbolístico de los próximos Juegos Olímpicos, se sometió a la dura prueba de enfrentar a los Estados Unidos y pudo superarla. Fue un buen juego, cerrado hasta la séptima entrada cuando el marcador era 1 a 0 a favor de los vecinos del norte (jonrón de Adell).
Y justo entre la sexta y la séptima entrada comenzó a decantarse el futuro de la selección mexicana. Logró empatar, aunque el gusto duró poco pues dejaron una base llena y justo después de desaprovechar esta situación, los americanos recuperaron su ventaja ligando hits contra Francisco Ríos. 2 a 1. Pero el picheo mexicano cumplió cuando el partido se hizo viejo. En el capítulo 8, los mexicanos conectaron fuerte nuevamente, pero sólo para provocar outs en la franja de advertencia y para que Adell, el jardinero izquierdo, se lanzará en una bonita atrapada.
En la novena, México logró una carrera de un tablazo de Matt Clark a las gradas y después tuvo más gente en las almohadillas, pero se mentuvo el empate a 2.
El desempate exigió entradas extras, aplicando la regla de que cada equipo las iniciaba con dos corredores en base. Los EU no lograron carrera en su primer turno extra. Llegó la décima entrada para bateadores mexicanos, también con esa rareza de 2 corredores de regalo en los senderos. Vino Jones a tocar la bola y lo hizo correctamente. Luego, casa llena y Efrén Navarro rompió el bate y un suavecito, agónico hit surgió de allí. ¡México está en los Olímpicos Tokio!