La comunidad indígena ashaninka (guardianes de la selva) en Brasil, ganó una disputa de dos décadas de la Corte Federal, contra los intereses de la tala ilegal, por lo cual recibirá tres millones de dólares como compensación y una disculpa oficial de las compañías por cortar miles de árboles de caoba, cedro y otras especies en la Reserva Indígena Kampa do Rio Amônia.
El acuerdo finalizó el 1 de abril, según un comunicado de prensa del fiscal federal. A principios de la década de 1980, las empresas madereras propiedad de la familia Cameli cosecharon ilegalmente árboles maduros de las tierras ancestrales de los Ashaninka para abastecer a la industria europea del mueble.
Como parte del nuevo acuerdo, las compañías se disculparon “por todos los males causados” y reconocieron “la enorme importancia de los Ashaninka como guardianes del bosque, celosos en la preservación del medio ambiente”.
La reparación de tres millones de dólares se destinará específicamente a proyectos que protejan a la comunidad Ashaninka y al bosque amazónico. Los expertos dijeron que el caso podría servir como un precedente legal en otras demandas indígenas y ambientales en Brasil.
“Lo que hicimos fue cumplir con la Constitución, entendiendo que los pueblos indígenas tienen derechos sagrados garantizados por la Carta Magna”, asentó Augusto Aras, Fiscal General de Brasil, en un comunicado.
“Tienen derecho a una vida digna, materialmente hablando, así como a elegir su propio destino y a participar en las decisiones políticas con respecto a las comunidades aisladas”, concluyó Aras.